Asier Riesgo (Deva, Guipúzcoa, 1983) es un clásico del fútbol español. Lleva debajo de una portería 20 años. 353 partidos en el fútbol profesional. Salió de la cantera de la Real Sociedad, triunfó en el primer equipo, y pasó por el Eibar, Osasuna, Recreativo de Huelva, Girona y en la actualidad está en Leganés, rival del Oviedo mañana en Butarque (18.15 horas, Movistar). Riesgo dice que el Oviedo es un “histórico”.
–¿Cómo se mantiene la ilusión con 38 años?
–El fútbol se disfruta cada vez más según pasan los años. El día a día, el tiempo, te hace valorar más tu profesión. Te vas dando cuenta de que aprecias más todo. Disfruto más ahora que cuando era un chaval.
–¿Cómo era el fútbol cuando empezó?
–Los campos eran diferentes y era todo más rudimentario. Ahora es cas
i imposible encontrar aquellos campos de barro. Yo estaba en la Real y salí cedido al Eibar. Cuando di el salto a profesionales me di cuenta de lo que significa ser futbolista.
–¿Qué piensa cuando le dicen que es usted un clásico del fútbol?
–Pues que tengo unas cuantas canas, tres hijos, y han pasado muchos años desde que empecé. Intento seguir con la misma ilusión. Tengo compañeros que han dejado el fútbol y me dicen que disfrute ahora, que eso no vuelve. Muchos luego se hacen entrenadores o directores deportivos, pero de verdad lo digo: no hay nada como estar en el campo.
–¿Le costó hacerse un hueco en la Real Sociedad?
–Estuve dos años cedido en el Eibar. Luego volví y pude jugar. Para mí, la Real es mi equipo. Allí crecí y allí me educaron. Recibí unos valores y siempre he estado agradecido. Fue un sueño cumplido llegar al primer equipo.
–¿El competidor más exigente que tuvo fue Claudio Bravo?
–De todos aprendí. Bravo fue el que más alto llegó. Estuvo en el Barcelona y en el Manchester City. Con él me tocó jugar, sobre todo el año de Segunda. Tengo muy buenos recuerdos.
–¿Qué tiene de especial el fútbol del Norte?
–Creo que la afición es especialmente fiel, apoya siempre. No sé bien cómo explicarlo, pero creo que en el Norte se vive de manera diferente. Sobre todo se nota el apoyo en los momentos difíciles.
–Dígame un entrenador que le haya marcado.
–Me quedaría con Mendilibar. Es con el que más años he estado y con el que más he disfrutado del fútbol. El día a día, jugando, cómo lo enfocaba y veía el fútbol. “Mendi” era tremendo.
–¿Por qué es portero?
–Porque mi padre era portero y me empujó un poco a ello. Se me daba bien y ya nunca lo dejé.
–¿A qué le suena el Oviedo?
–Me suena a Primera División. Es un equipo histórico que lo ha pasado mal y ahora lucha por volver. Yo empecé en Primera hace mucho tiempo y hasta hace poco no me había enfrentado a ellos. El Oviedo es un histórico, con un gran estadio y una gran afición.
–¿Qué le preocupa del equipo azul?
–Son muy sólidos. Tienen a Borja Bastón y a Obeng arriba, que crean mucho peligro. Tenemos que tener cuidado con sus contras. Bastón es un delantero muy listo.
–¿Impone a un portero tener enfrente a un delantero como Borja Bastón?
–No hablé con él, pero no siento que imponga en el campo. Es un buen delantero y, sobre todo, es muy listo en el juego. Lo bueno es que ya lo conocemos.
–¿Qué balance hace de la temporada de su equipo?
–No está siendo un año fácil y nos está costando sacar resultados. Quizá no hayamos estado tan mal y tuvimos partidos igualados que no sumamos y a nivel anímico nos hizo daño. Llevamos dos partidos cogiendo buenas sensaciones.
–¿Cómo ve a Javi Hernández y a Bárcenas?
–Javi es joven y crece a pasos agigantados. Tiene buena salida de balón y una colocación tremenda. Bárcenas se ha ido con la selección. Es habilidoso, trabajador y nos aporta mucho.
