Mangel vivió el pasado lunes una experiencia que le marcará de por vida: debutar en el Carlos Tartiere en el fútbol profesional. Al jugador del Vetusta se le vio tranquilo y ayudó al equipo en los 20 minutos que estuvo sobre el césped. Él, sin embargo, reconoce que al principio sintió un cosquilleo. “Cuando estaba en la banda calentando y me llamó el míster se me pusieron mariposas en el estómago. Estaba nervioso, pero el míster me tranquilizó. Cuando toqué el primer balón y salió bien, ya me puse más tranquilo”, explica el centrocampista, que señala las diferencias que encontró entre Tercera División y el fútbol profesional: “Es un cambio grande, son tres categorías. Sobre todo se nota en el ritmo, en los duelos, y destacaría la rapidez mental que hay que tener. Si te pillan en un momento en el que no sabes qué hacer con la pelota te aprietan”.