El 4-4-2 en casa; el 4-2-3-1 fuera. Un equipo agresivo, peleón, en todo caso. Con la fiereza de Bastón arriba, pero acompañado en la labor goleadora. Con una defensa sólida, granítica independientemente de los nombres. El equipo del momento en Segunda, el Real Oviedo que ha esculpido José Ángel Ziganda, tiene unas fortalezas muy marcadas y destaca en su labor solidaria. La fuerza del grupo es lo que ha llevado al éxito. Con 22 de los 24 jugadores que componen la plantilla usados en las cinco últimas semanas, incluso la labor goleadora es compartida. Los nueve goles anotados han tenido diferentes autores: Bastón, Calvo, Mier, Obeng, Luismi, Montiel, Matheus y Rama, además de Berrocal en propia puerta.
El Oviedo pisa el acelerador en el momento adecuado y llega a la recta final con las mejores sensaciones. Es sexto, tras sumar 19 de los últimos 21 puntos en juego, con las últimas cinco victorias seguidas que han lanzado a la afición a la sensación de mayor euforia que se recuerda. Y ha logrado el Oviedo colarse entre los favoritos repartiendo juego. Hay una base sólida, parece lógico cuando un equipo endereza el rumbo, pero a ese pilar se le suman más factores.
Los seis intocables del Cuco. Es el número de futbolistas que ha sido titular en los cinco triunfos seguidos que han lanzado al Oviedo hacia la zona de play-off. Más de la mitad han permanecido en los planes de Ziganda, un número que podría haber aumentado de no mediar lesiones y sanciones en estas semanas.
Femenías, Dani Calvo y Luismi han jugado todos los minutos en esta fantástica dinámica. Además, Cornud, Borja Sánchez y Borja Bastón han partido desde el once en las cinco fechas, aunque sustituidos en alguna ocasión.
Titulares con problemas. Algunas piezas fundamentales durante la temporada se han encontrado con dificultades en las últimas semanas. Lucas y Brugman cayeron antes del Alcorcón, tras ser indiscutibles para el Cuco. A Viti le pasó lo mismo en Cartagena. Sano es titular en el extremo. La situación de Costas es diferente: el central se perdió el derbi por sanción y Tarín firmó una gran actuación. En Santo Domingo esperó en el banquillo.
Javi Mier y Obeng, piezas intercambiables. Es el caso más singular en la plantilla. Obeng es el titular en casa, para hacer de ariete en el 4-4-2 clásico en el Tartiere. Mier aporta versatilidad fuera, como comodín del 4-2-3-1. Ziganda trata de exprimir las virtudes de ambos.
La segunda unidad irrumpe con fuerza. Es una de las claves en el buen hacer de los azules. Así lo destacó el propio Ziganda el pasado domingo. Montiel ha sido decisivo, con goles, asistencias y buen pie. Siempre desde el banquillo. Rama se le ha sumado en las dos últimas fechas. Incluso Matheus resucitó en Alcorcón tras un periodo de ostracismo. Algo similar a lo que sucede con Pombo, también con chispa en el último triunfo. Sangalli, tras una temporada irregular, se ha asentado como refresco en las segundas partes.
Los reemplazos, a tono. Otro de los detalles a tener en cuenta. Los que han cubierto las bajas han cumplido con nota. El caso de Tarín es el más ejemplar: con un par de expedientes impolutos en las dos últimas jornadas, incluso ha adelantado a Costas.
Carlos Isaac deberá relevar a Lucas en las próximas fechas y Jimmy, que había desaparecido de los planes, ya demostró en Alcorcón que, aunque el vacío de Brugman es amplio, siempre se puede contar con él.
Los veteranos también aportan. A Christian Fernández y Mossa les toca un papel más residual esta campaña. Y se han adaptado sin rechistar. Los dos han tenido una presencia menor en esta racha, pero han aportado veteranía y poso dentro del vestuario. Sus propios compañeros han destacado su papel dentro de la caseta.
