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El Oviedo lleva seis técnicos y cinco directores deportivos desde el ascenso a Segunda en 2015

Sergio Egea

En unas dos semanas el proyecto deportivo del Oviedo se ha quedado sin dos principales responsables: el director deportivo y el entrenador han comunicado su marcha. Primero fue Rubén Reyes, que dijo adiós para irse al Getafe, de Primera División. Ahora ha sido Ziganda, que acababa contrato este mes, pero ha tomado la decisión de no seguir. La consecuencia es que el Oviedo tiene que empezar casi de cero en lo que a responsables deportivos se refiere. Tras una temporada correcta, que finalizó con el equipo cerca de play-off, la entidad debe volver a reconstruir los cimientos. No es algo nuevo en el Oviedo, acostumbrado de un tiempo a esta parte a la inestabilidad en todos sus niveles.

En el banquillo, pero también en los despachos. Desde el ascenso a Segunda, en el año 2015, han desfilado por el equipo azul seis entrenadores y cinco directores deportivos en siete cursos. Casi uno por año en las siete campañas que lleva el conjunto carbayón en la categoría de plata. Mientras tanto, dos hombres enviados por México: Joaquín del Olmo y Federico González. El técnico que más duro en el cargo de entrenador ha sido Ziganda, el último en salir, que además se lleva un récord: desde Rivas, en 2003, nadie había conseguido completar dos campañas seguidas en la entidad. Él, Egea y Anquela han sido los más longevos. Los motivos de las marchas de cada uno son diferentes, pero el común denominador es que duran poco en el cargo.

La primera piedra en el proyecto de esta etapa fue la dimisión de Egea en marzo de 2016, al no sentir el respaldo de la plantilla. Generelo fue entonces la opción para intentar el ascenso, pero salió rematadamente mal, con el equipo en media tabla y con números preocupantes. La etapa de Generelo no dio para más y Arturo Elías apostó por Fernando Hierro, que no tenía experiencia como entrenador. Con el malagueño como técnico, el equipo se quedó cerca del play-off, pero los caminos se separaron tras esa temporada. Fue entonces el turno de Anquela, que llegó siendo el deseado por la hinchada y estuvo temporada y media.

El equipo no pasó apuros, pero tampoco consiguió promocionar. Que pase el siguiente. Como revulsivo, el club optó otra vez por Egea para los últimos siete partidos. No hubo play-off, pero el argentino continuó y un mal inicio de Liga precipitó su despido con cinco partidos disputados. Rozada, la opción de la casa, le sustituyó, estabilizó el equipo, pero tras el mercado de invierno volvieron los problemas. Con el equipo en descenso, el Oviedo le cesó y nombró a Ziganda, el último hasta la fecha. Mientras los entrenadores del Oviedo vuelan, parecido camino llevan los directores deportivos: cinco en el mismo periodo: Carmelo del Pozo, Ángel Martín González, Michu, Arnau y Rubén Reyes.

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