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Bolo, carácter y alegría para el Oviedo: el perfil del técnico

El nuevo técnico del Oviedo se caracteriza por su control del vestuario y su apuesta ofensiva

Bolo, ayer en el Tartiere LUISMA MURIAS

Dicen de Jon Pérez Bolo, el nuevo entrenador del Oviedo, el técnico de moda en Segunda, el que está llamado a recuperar la ilusión del oviedismo, que puede ser un volcán en erupción. En realidad, el equipo azul lo sabe bien desde el Oviedo-Ponferradina del pasado curso. El conjunto carbayón ganó ese partido (2-0), la Ponfe acabó con tres expulsados y Bolo cargó contra el arbitraje y también mostró su malestar porque varios jugadores del Oviedo que habían dado positivo en covid a principios de semana pudiesen jugar ese partido. Sus palabras cabrearon (y mucho) a algún empleado del club azul, que las tuvo tiesas fuera de las cámaras con el ya técnico azul. Hubo voces, gritos y hasta una amenaza de ir al juzgado por parte de algún miembro de la entidad. La cosa quedó ahí.

charla con mario prieto y pablo lago. El exjugador recibió a Bolo y a su ayudante. | L. Murias

Ese día, 31 de diciembre, nadie sabía que meses después Bolo ocuparía el sitio que dejó Ziganda. Pero lo cierto es que una persona muy importante del Oviedo ya tomó nota: “Este tío tiene carácter”. Y eso, el carácter, ha sido una de las principales bazas de Bolo para llegar al banquillo del Tartiere, el reto de su vida. Las cualidades de Bolo van por dos frentes. El primero de ellos, un asunto que no tiene que ver con el balón, sino con la personalidad. Cuentan quienes han trabajado con él que es un tipo absolutamente metódico y controlador. Está pendiente de todo. Un ejemplo: cuando El Toralín estuvo en obras Bolo iba por el estadio y da indicaciones. “Este sofá, allí”. “Esta mesa no me gusta”. Un control total que extiende a las decisiones deportivas, ya que le gusta estar pendiente de los fichajes y mostrar su opinión.

salida con federico. El técnico salió de las oficinas poco antes de las 15.00 horas con el asesor de Carso. | L. Murias

El asturiano Pablo Lago, canterano del Oviedo y exjugador de Las Palmas y el Sporting, entre otros, es una figura esencial para él como segundo entrenador. Dicen que le da calma. Bolo, en su etapa en la Ponfe, ha tenido tres ayudantes: Cali Trueba, Julio Álvarez y el propio Lago. Un elemento identitario de Bolo son sus gafas de colores. Una moda que empezó el médico de la Ponfe, Ricardo Vélez, y el siguió. Con manías. Si el jersey era azul, las gafas también eran de ese color. Un ejemplo de lo que cuida Bolo su imagen. Al técnico le gusta conocer el entorno de sus equipos y tenía cierta actividad en sus redes sociales. Hace pocos días, una persona de su confianza le dijo lo siguiente: “Si quieres ir al Oviedo, bórralas”. A las pocas horas Bolo las restringió.

Bolo, ayer en los exteriores del Tartiere. | L. Murias

El segundo frente para definir a Bolo es el futbolístico. Como Ziganda, fue delantero, y quizá lo lleve más en su idea de juego, que destaca por ser algo más atrevida que el Cuco. El año pasado la Ponferradina anotó 57 goles, los mismos que el Oviedo, y recibió 55, 14 más. Sus sistemas fetiche, al menos en el curso pasado, son dos: 4-2-3-1 y 4-4-2. Yuri y Espiau, y más tarde Enrich, fueron sus delanteros de referencia.

Bolo tiene en común con el Cuco su facilidad para ganarse a los futbolistas, gracias a un trato cercano, aprovechando su gran experiencia como goleador del Athletic, Osasuna o Rayo Vallecano (donde coincidió con Segura, técnico de porteros del Oviedo). Cuenta gente cercana al entrenador que en la Ponferradina se esforzó por ganarse a Yuri, el hombre más influyente en el vestuario. A partir de ahí todo fue sobre ruedas. A Bolo le gustan las transiciones rápidas, atacar con centros al área y que su defensa responda. La intensidad no se negocia. Bolo llega al Oviedo tras haber destacado en el fútbol de abajo. Con el Arenas logró un ascenso a Segunda B. Con la Ponferradina otro a Segunda. Ahora buscará un tercero, a Primera, con el Oviedo, el reto de su vida.

Viene con tres ayudantes. Bolo no vendrá solo al Oviedo, ya que le acompañarán sus ayudantes. Además de Pablo Lago, llegará al club Pablo Santis, preparador físico. Alberto Martínez, que ocupaba ese cargo en el Oviedo, acompañará a Ziganda en el Huesca. También está previsto que Asier Díaz, que era analista en la Ponferradina, llegue al Oviedo de la mano del nuevo técnico.

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