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El Oviedo tiene defensa

Bolo cuenta con una zaga de garantías, con todas las posiciones bien cubiertas y con la continuidad de los centrales que destacaron la temporada pasada

El Oviedo sigue siendo un muro. En toda la pretemporada, los azules solo han recibido dos goles. Uno, el del Burgos, de penalti. El otro, en Avilés, tras un córner. Es decir: no ha recibido en jugada, y eso que durante gran parte del verano en la defensa faltaba uno de sus principales pilares, David Costas, debido a problemas físicos que llevaron al club a reservarlo por precaución durante muchos de los amistosos.

Dani Calvo estuvo muy sólido en todos los encuentros amistosos, seguro en los balones que iban por alto, y Luengo le acompañó con eficacia cuando Bolo tiró de él. Un nivel similar de sobriedad ha tenido Rodri Tarín, que apunta a titular junto a Calvo en el estreno liguero de los azules, el lunes 15 ante el recién ascendido Andorra en el Carlos Tartiere.

El centro de la zaga azul es similar al de la pasada temporada, en la que el Oviedo fue el tercer equipo menos goleado, con 41 tantos recibidos, menos de uno por partido. Tres de los centrales que lo lograron, Costas, Calvo y Tarín, repiten en el equipo y tan solo los cantos de sirena que pueda recibir Costas de algún club de Primera División pueden evitar que el Oviedo cuente para esta temporada con la que es, a priori, una de las mejores defensas de toda la Segunda División y que además se ha reforzado con Luengo, que llega procedente del Amorebieta.

Lo que sí ha cambiado bastante son los laterales. El Oviedo tiene ahora mismo cinco en la plantilla del primer equipo, de los que solo continúa Lucas de temporadas pasadas. Precisamente Lucas se las tendrá que ver durante la temporada en el lateral derecho con un fichaje importante, como es Miguelón, que llega cedido por el Espanyol, donde apenas tuvo protagonismo el curso pasado en Primera División, por lo que ha decidido buscar minutos esta temporada con el Oviedo en Segunda.

También en el lateral derecho está Jorge Mier, canterano azul que regresa tras salir cedido la pasada temporada al Unionistas de Salamanca, de Primera RFEF, y que aspira a dar un paso adelante en un equipo en el que acompañará a su hermano, Javi Mier, ya consolidado en la primera plantilla. Lucas se jugó el puesto la pasada campaña con Carlos Isaac, que no sigue esta temporada con los azules.

Pero si la batalla parece dura en el lateral derecho, con tres piezas a las órdenes de Bolo, no menos lo será en el izquierdo, donde la dupla formada la pasada campaña por Mossa y Cornud deja paso a la de Pomares, exjugador del Tenerife, y el mexicano Aceves, una de las últimas incorporaciones del equipo, que llega cedido por el Pachuca mexicano, club dirigido por los nuevos propietarios del Real Oviedo.

Pomares dejó muy buenas sensaciones en los encuentros que disputó este verano, incorporándose bien al ataque, algo importante en los equipos de Bolo, que pretenden ser atrevidos en ataque, y asociándose muy bien con el extremo con el que le tocó compartir banda en cada partido.

A favor de Pomares está su conocimiento de la categoría, en la que lleva cinco temporadas consecutivas. Aceves, por su parte, es toda una incógnita, pero su precocidad y su buen rendimiento en México son motivos para esperar buenas cosas de este jugador que tiene una gran oportunidad para darse a conocer en Europa. La pasada campaña el dueño del lateral izquierdo fue Cornud, que esta temporada se ha ido cedido al Maccabi Haifa. Su rival en esa posición fue Mossa, un jugador que firmó una gran trayectoria en el Oviedo, en el que estuvo cinco temporadas, y que ahora ha colgado las botas y será el entrenador ayudante de Ziganda en el Huesca.

También en esa posición jugó varias temporadas Christian Fernández, un futbolista muy polivalente y que en el Oviedo ocupó las posiciones de central y de lateral izquierdo. Tras seis temporadas vistiendo de azul y una última temporada en la que apenas contó en los planes de Ziganda, Christian Fernández cerró su etapa azul y fichó por el Fuenlabrada, equipo que milita en Primera RFEF.

El hecho es que los que se han marchado han sido sustituidos por jugadores de garantías y que lo normal es que hasta el final del mercado los movimientos que pueda hacer todavía el Oviedo sean pensando en jugadores de otros perfiles, especialmente en el centro del campo, donde aún quedaría una última pieza por incorporar.

En cambio, en la defensa, a no ser que se produzca alguna salida inesperada y poco deseada, el Oviedo está más que cubierto para que Bolo, que presume de ser un entrenador ofensivo, pueda atacar con la seguridad que la retaguardia está bien cubierta.

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