Empieza la conjura del Oviedo. Todas las miradas están puestas en el lunes, día 15, día en el que la plantilla azul vuelve por fin a la competición ante el Andorra en el Tartiere. Hoy los pupilos de Bolo irán al Santuario de Covadonga para que la Santina les bendiga en la dura campaña que se aproxima, pero antes de esa visita de ayer hubo reunión de grupo. Todos los empleados del Real Oviedo, con los jugadores y sus mujeres e hijos, además de diferente personal del club y la comitiva presidencial se reunieron en «Casa Lobato», lugar para realizar una comida de confraternización entre todos los estamentos del club.
En el acto, con Jesús Martínez a la cabeza y micrófono en mano, se pudo ver a la plantilla muy pendiente de las palabras del nuevo dueño, que tras el baño de masas de ayer en la tienda del club hoy volvió a recibir una ovación, esta vez de parte de todo su equipo.
Los pupilos de Bolo llegaron al restaurante después de una nueva sesión de entrenamiento. Tras las semanas de pretemporada, ayer el trabajo ya estuvo dirigido en el debut ante el Andorra.
Las dos ausencias en el césped del Requexón fueron David Costas y Miguelón, que todo apunta que verán el estreno de sus compañeros desde las gradas del Tartiere. La mejor noticia del día la dio Ángel Montoro, que por primera vez desde que llegó pudo completar una sesión completa a las órdenes de Bolo. El pivote apunta a tener sus primeros minutos el lunes, aunque es poco probable que salga en el once titular ya que todavía no se encuentra al 100%. El Requexón contó la presencia de Chema Buenrostro, director de innovación y patrocinio de Pachuca.
Hoy a las 10, entrenamiento a puerta abierta en el Tartiere. Como presentación de la plantilla para todos los aficionados el Oviedo tendrá hoy su sesión de entrenamiento en el Tartiere a puerta abierta, para que todo los aficionados que lo deseen puedan acercarse a comprobar de primera mano las evoluciones del equipo.
