La última vez que el Oviedo se impuso en un estreno liguero, escribía el equipo el primer capítulo de la historia más emocionante que ha vivido en las últimas décadas, la del retorno al fútbol profesional dando un portazo a la etapa en el barro. Aquel 3-1 al Sporting B en el Tartiere suponía el primer paso de una marcha triunfal. También, con el tiempo, pasó a convertirse en una marca inalcanzable durante siete años. Porque desde entonces el Oviedo no ha logrado sumar los tres puntos en su estreno liguero.
Ya lo sabe Jon Pérez Bolo, que en su intervención del sábado en El Requexón aseguró conocer la historia reciente. "A ver si podemos cambiar la racha", mencionó como si se tratara de otro motivo para salir al campo enchufados. Por unas razones u otras, la mayoría futbolísticas, el equipo azul acumula 7 debuts en Segunda con un saldo más que pobre: 4 empates y 3 derrotas. Ante el Andorra, los de Bolo tienen una nueva oportunidad para tirar a la basura los precedentes. La sufridora afición azul espera que este año por fin sea el de un buen comienzo.
Y eso que el equipo ha estado cerca de lograr el triunfo en más de una ocasión en los 7 estrenos mencionados. Por ejemplo, el día del regreso, el 23 de agosto de 2015, el equipo de Egea mostró una gran imagen y acabó asediando al Lugo que se había adelantado en dos ocasiones. Jonathan Vila y Linares igualaron las dos veces y a los azules no les dio con el impulso final: 2-2.
Peor experiencia vivió Fernando Hierro en su bautizo como entrenador al año siguiente, en la 2016/17. Le tocó viajar a Valladolid, un hueso, para acabar cayendo 1-0 en un choque disputado, aunque falto de ritmo. Más sonada, aunque atractiva, fue la derrota en el estreno de la 2017-18, con Anquela a los mandos. El equipo se adelantó ante un potente Rayo, que acabó dándole la vuelta al partido: 2-3. Saúl Berjón hizo los dos tantos azules, insuficientes para rascar algo del encuentro ante los vallecanos.
El inicio de la 2018-19, también con Anquela de capataz, parecía propenso a romper el gafe: llegaba al Tartiere un Extremadura recién ascendido. Pero los azules, que se adelantaron gracias a Toché, no lograron reaccionar a la igualada de Álex Barrera. 1-1 al final del choque.
Lo del estreno en la 2019-20 fue más decepcionante aún. Y una advertencia de lo que le venía por delante al Oviedo en la temporada más dura de los últimos años. El equipo, que tuvo problemas para inscribir a algunos futbolistas, logró reponerse de un 2-0 en Riazor para igualar, gracias a los tantos de Lolo y Obeng. Pero un tanto de Cristian Santos a los 88 minutos desniveló la balanza y dejó a los de Egea sin botín un año más.
Otra oportunidad de oro desperdiciada fue la de la 20-21, ante el Cartagena, que acababa de ascender. Pero los azules, aunque dominadores, no lograron meterle mano al rival: 0-0 decepcionante. La última opción para empezar el camino con buen pie se desperdició el pasado curso, 21-22. Otra vez ante el Lugo en casa. Otra vez con todo a favor, marcaron Viti y Obeng. Otra vez un 2-2 que claro sabor amargo. Joselu, exazul, igualó la contienda a un minuto del final desde el punto de penalti.
Ahora es el Andorra el que se cruza en el camino del Oviedo. Como en el caso del Extremadura y el Cartagena, también se trata de un recién ascendido. Pero Bolo ya ha advertido sobre la condición de novato: desconfía el entrenador de este tipo de equipos, que suelen empezar las competiciones con buen ritmo. Tiene en su mano el equipo mantener la ilusión y, de paso, romper el gafe.
