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“Pola cereza verás la collecha que tendrás”

Vivir en el medio rural y valorar sus ventajas y sus inconvenientes, estos últimos también con encanto

Con trece grados de temperatura y quince litros de precipitación durante la tarde, me cuesta creer que esté en víspera de San Juan, con el verano meteorológico y astronómico en casa. En el medio rural estas situaciones se convierten en vivencias y el contacto riguroso con la naturaleza hace más asumibles las fatalidades.

Hay un refrán asturiano que dice: “Pola cereza verás la collecha que tendrás”. A finales de junio sería el tiempo para ver cuántas cerezas hubo y ¡ni una! Así que la mayoría de los agricultores rurales, que hacen una proporcionalidad directa entre cereces y resto de cosecha, dicen que va a ser añu desastrosu. No obstante, hay quienes hacen esa proporcionalidad inversa, indicando que cuando hay muchas cerezas el resto de cosecha será mala, y lo refuerzan con otro refrán asturiano: “Añu de cereces, añu de quexes”.

Me inclino más hacia la primera interpretación, y entre cereces, meteorología extrema, jabalí y reducción de principios activos en plaguicidas igual estamos ante mal año.

Cierto que esto solo preocupa a unos cuantos que estamos fuera de nuestro tiempo. En la vida rústica es cada día más la gente que solo “caleya” con quad solicitando tener fibra, 5G y carreterina hasta la puerta.

Siendo inapropiada para una autoridad pública, no extraña la gruesa respuesta del alcalde de Bimenes a cierto demandante de “urbanitismos” en la aldea. Vivir en medio rural implica estar inmerso en el mismo y valorar sus ventajas e inconvenientes, porque estos últimos también tienen su encanto.

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