La Nueva España de Siero

La Nueva España de Siero

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ricardo Junquera

El Camín de los Santuarios

Impresiones sobre la etapa entre Llames de Parres y la Virgen de la Cueva de Infiesto

El pasado sábado 22 de octubre la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Siero, Noreña y Sariego realizamos una etapa del Camín de los Santuarios entre Llames de Parres y el santuario de la Virgen de la Cueva, en Infiesto, de unos 20 kilómetros de recorrido. Como ya comentamos aquí alguna vez, este camino es una ruta nueva que une el monasterio de Liébana, en Cantabria, y la catedral de Oviedo. Un camino que se quiere hacer asequible a cualquier caminante y que como también ya dijimos no forma parte ni es variante alguna del Camino de Santiago, aunque en algún momento sí podría llegar a ser complementario al mismo.

Ojo, que no se confunda el trayecto entre Covadonga y Oviedo de este camino con el GR-105 o Ruta de las Peregrinaciones, porque ésta si va en buena parte de su trazado por el monte y tiene bastante dificultad, mientras que el de los Santuarios discurre por valles y siempre cerca de núcleos de población bien comunicados, lo que permite que cada uno adecue las etapas a sus posibilidades. Pues bien, nuestra asociación, experta ya en andar caminos, que para eso llevamos más de quince años y cerca de cuatro mil kilómetros de peregrinaciones, decidimos ser pioneros en andar esta nueva ruta, que desde el minuto cero apoyamos por considerar que tiene un gran aliciente turístico y cultural, y también una segura repercusión económica, que todo caminante gasta y consume por donde anda.

Y ahora vamos ya con algo de esta etapa. En su primera parte coincide con el llamado Camín de la Reina, antigua vía romana que en el año 1858 se preparó expresamente para que la reina Isabel II visitara Covadonga. En Llames de Parres encontramos el último corral de comedias de Asturias en Casa Gaspar, lugar de obligada visita, antigua posada, venta y parada de diligencias, y hoy todavía de cuando en cuando escenario de sainetes y pasiones de la mano de Julio de la Fuente, cineasta y gran promulgador de Asturias y de nuestra cultura.

Al poco de echar a andar, en la mitad de un prao y no lejos del camino, nos topamos con la iglesia de San Martín de Escoto, monumento histórico artístico de origen prerrománico, de piedra de distintas elaboraciones y procedencias, y que ya forma del paisaje como nacida de la propia tierra que la acoge. Al pasar junto a ella me pareció que era iglesia de cara cansada, posiblemente no por sus siglos sino por ver pasar a su lado a tanto caminante que no le da ni los buenos días.

Siguiendo nuestra ruta en dirección a Infiesto, sobre asfalto de poco tráfico y tras abandonar ya el Camino de la Reina, pasamos junto a Villar de Huergo, su gochín de piedra, primo del gocho de Noreña, el molino sobre el río Tendi, y allí cerca el restaurante La Roca, siempre buen sitio para hacer un alto donde aliviar trajines. Caminando poco más allá nos espera Sevares, que eran dos, y que dejamos a nuestra derecha, como también queda a nuestra derecha la ahora fábrica de Nestlé, fundada en los años treinta del pasado siglo como Reunión de Industrias Lácteas. Poco después, pasamos junto a la iglesia de San Pedro de Sevares, de finales del siglo XVIII, en cuyo cementerio hicimos un alto para tener un recuerdo y dedicar una oración al bueno de Antonio Pedroso, "El cubano", gran amigo, compañero y mejor hospitalero de peregrinos, que abandonó definitivamente su Sierra Maestra de la vida ahora va a hacer dos años. Antonio, qué grande y qué humilde.

Y tras dejar Sevares, cruzar el río Color y atravesar La Piñera, después de unos kilómetros de caminos tranquilos, llegamos a Villamayor, pueblo activo y de amplia historia, donde nos esperan su antiguo monasterio benedictino de Santa María de Villamayor, su iglesia de San Pedro, su ruta histórico-cultural Modesto Montoto y sus casas de indianos, y los recuerdos y ruinas de aquella fábrica donde a un Willy Wonka de los de verdad se le ocurrió ponerle un palo a un caramelo que de aquella envolvían en las propias casas cercanas, y que después llamaron chupa-chups, y de ahí al mundo entero hasta que un buen día, hace poco más de diez años, a alguien se le ocurrió marcharse de su lugar de origen sin dar siquiera las gracias a los que se quedaron. Y de Villamayor, y siempre dejando al norte la nacional N-634, camino a Infiesto, término de la etapa.

Y aquí, antes del final y para no acabar con mal sabor de boca, voy a tener que contar lo negativo del día. A ver, lo que no podemos hacer es anunciar a bombo y platillo este camino y después dejar al caminante plantado en un cruce de caleyas sin señal que pueda guiarle o porque las que se pusieron, pegadas con silicona, ya se han caído, que así es la cosa en más de cuatro lugares. Es cierto que hay una App, mejorable pero correcta, con la ruta a seguir y ubicación incluidas, pero hay que saber que esa App existe, saber también usarla, tener siempre cobertura suficiente para poder hacerlo y tener en cuenta que el caminante o peregrino tiene que mirar donde va pisando, claro, pero sobre todo tiene que poder ir disfrutando del entorno y de los lugares por los que camina y no con la vista puesta permanentemente en el móvil porque si no lo haces te puedes salir de la ruta. Pero bueno, nada que no sea subsanable con un poco de buena voluntad y algo de eficacia.

Pues ahora si acabo ya con buen sabor de boca, el que siempre nos deja Infiesto, pueblo ahora más olvidado desde que las urgencias y comodidades de los viajes modernos lo esquivaron, pero siempre cercano y acogedor, y donde nos esperaba su alcalde, Iván Allende, y su párroco, Manuel García, Lito, para recibirnos y acompañarnos en nuestra visita al también siempre cercano y acogedor santuario de la Virgen de la Cueva, guapo y emblemático final de nuestra etapa.

En conclusión, una etapa preciosa, con alguna subidilla, sí, que para algo estamos en Asturias, pero en todo caso y con el consejo previo de saber usar la App hasta que la ruta esté bien señalizada, muy aconsejable para quien quiera disfrutar de un buen día por el centro de Asturias y por esos lugares y pueblos de siempre por los que pasa. Que ustedes, si lo deciden, también los disfruten.

Compartir el artículo

stats