Oviedo, Elvira BOBO

La Consejería de Educación ha vuelto a contratar a los intérpretes de signos que en los centros escolares ayudaban a niños con discapacidades auditivas. El pasado 30 de mayo saltaba la alarma para padres, profesores y alumnos cuando la Federación de Sordos del Principado de Asturias (Fesopras) anunciaba que la falta de presupuesto -debida a la prórroga presupuestaria, según Educación- obligaba a finalizar los contratos el 30 de abril -en pleno curso-, como informó LA NUEVA ESPAÑA el pasado 2 de mayo.

A día de hoy, la situación se ha resuelto, al menos parcialmente: la Consejería de Educación, según informan las intérpretes afectadas, se reunió el pasado miércoles con Fesopras para firmar de nuevo los contratos «por fin de obra», tras no haber llegado a un acuerdo con la asociación Vinjoy. Al parecer, se mantendrán los puestos de trabajo, las condiciones serán las mismas y se garantiza la permanencia de estos expertos en los centros hasta finalizar el curso académico, según aseguran fuentes de la Consejería.

Sin embargo, el colectivo de intérpretes se encuentra inquieto ante el despido de una de las trabajadoras del Colegio Fleming de Oviedo, alegando, una vez, más falta de liquidez. Es uno de los diez centros de integración que funcionan en Asturias y en los que hasta ahora estaban trabajando trece intérpretes. El Colegio Fleming contaba con tres intérpretes y es en éste donde se ha decidido recortar el gasto. El servicio, que responde a la ley 27/2007 por la que se reconoce la lengua de signos y se regula la obligación de la Administración de facilitar la comunicación oral de personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas, venía siendo financiado por Educación y la contratación corría a cargo de la Federación, a través de un convenio.

La duda consiste ahora en conocer de qué manera se resolverá la financiación de este servicio en el próximo curso, de manera que se eviten problemas como los que se han producido en esta ocasión. Según la Consejería, Asturias vivirá pronto un cambio a raíz de las nuevas titulaciones de Formación Profesional que empiezan a formarse en esta materia. Sea como sea, la Consejería pretende seguir velando por que el servicio continúe. Por suerte, con este episodio los niños no han perdido clases y las intérpretes se han visto privadas de sus contratos durante 5 días en los que han trabajado sin percibir salario alguno. Mientras tanto, padres, alumnos y profesores afectados han recibido la noticia con alegría, ya que la posibilidad de que los intérpretes dejaran de ayudar a sus hijos suponía un grave problema tanto académico como emocional.