Oviedo, P. Á.

Cuando los medios de comunicación de medio mundo fijan su atención en las contribuciones de Carlos López Otín, casi se quedan más sorprendidos de su procedencia geográfica que de la aportación científica en sí misma. «¿Catedrático de la Universidad de...?», vienen a preguntar.

Y es que resulta del todo infrecuente que una Universidad de las dimensiones y la relevancia de la de Oviedo aparezca en investigaciones punteras a nivel mundial como son la secuenciación de los genomas del hombre, la rata, el chimpancé o el ornitorrinco.

Pero no se trata sólo de genomas. El currículum del grupo de Otín incluye notables hallazgos sobre los mecanismos de progresión de los tumores; importantes conclusiones acerca de la relación entre el cáncer y el envejecimiento; contribuciones sobre la esclerosis múltiple, la anemia, el dolor, las células madre...

Un panorama de contribuciones publicadas en las revistas más destacadas que ha situado al catedrático de la Universidad de Oviedo como el biólogo molecular español de mayor impacto, sólo por detrás de dos investigadores que han llevado a cabo buena parte de su carrera en Estados Unidos: Joan Massagué y Mariano Barbacid.