Oviedo, Efe / Europa Press

Ramón Quirós afirmó ayer que no se siente solo ante el proceso de reforma que ha iniciado en el sistema sanitario asturiano, el cual está topándose con el rechazo de diversos colectivos del sector. «No me siento solo, hay un equipo de gente que está trabajando con ilusión y con razones, y que cree que el sistema sanitario tiene que sufrir transformaciones y tiene que mejorarse», argumentó el consejero de Salud del Principado.

En el caso concreto de la atención primaria, que actualmente centra la mayor parte del conflicto, Quirós indicó que el objetivo consiste en encontrar «más tiempo para los ciudadanos», tanto en la consulta diaria como en la apertura del abanico horario que se tiene para acudir a ella.

«Queremos tener más profesionales para poder hacer sustituciones y atender mejor a las personas que trabajan en las alas», apuntó el titular de Salud, quien aseguró que «con los recursos que hay se puede tener un sistema más equitativo y de más calidad para todos los asturianos». «Lo que es suicida es dejar las cosas como están», aseveró Quirós. Y es que el consejero asturiano considera que «en sanidad el inmovilismo es una mala política».

En la línea de lo declarado en los últimos días, Quirós reclamó «tranquilidad y sosiego» para debatir las decisiones que afectan al sistema sanitario. A juicio del Consejero, la sanidad asturiana atraviesa una situación complicada debido al goteo de información contradictoria y a la filtración de borradores de trabajo como si fuesen decisiones del Servicio de Salud del Principado (Sespa) o de la Consejería. «Hay que darse cuenta de que lo que son borradores de grupos independientes de trabajo son borradores, y lo que son decisiones son decisiones», subrayó el consejero de Salud.