P. ÁLVAREZ / A. RUBIERA

Oviedo / Gijón,

El consejero de Salud del Principado, Ramón Quirós, emprendió ayer una estrategia de distensión encaminada a suavizar el conflicto surgido en los centros de salud urbanos como consecuencia de la realización de guardias por las tardes. Una medida a la que una mayoría de los médicos ha mostrado un rotundo rechazo y que en el momento actual tiene sumidos en el desconcierto a buena parte de los facultativos, que no saben en qué momento se implantará esta controvertida medida.

Quirós mantuvo en la tarde de ayer una larga reunión -tres horas abundantes, hasta pasadas las nueve de la noche- en un céntrico hotel de Gijón con unos 50 médicos y pediatras. Facultativos de la práctica totalidad de las áreas sanitarias de la región cuyo factor común podría describirse, según algunos asistentes, como una cierta afinidad con el proyecto de defensa de la sanidad pública que propugnan los socialistas. El encuentro, de carácter informal, estuvo marcado, según las mismas fuentes, por la cordialidad.

Durante la reunión, Quirós habló y escuchó. Expuso las líneas generales de su plan de reforma para la atención primaria y escuchó las quejas y sugerencias -siempre en un tono mesurado- de sus interlocutores. Sin embargo, el Consejero no aclaró si el programa de guardias vespertinas se pondrá en marcha, como estaba anunciado, el próximo 1 de junio, o se autorizarán dilaciones.

En algunos centros de salud de Oviedo, por ejemplo el de Otero, ya disponen del calendario de guardias del mes que viene. Mientras tanto, entre los médicos de Gijón predomina la idea de que no se verán obligados a trabajar por las tardes hasta octubre. Días atrás, el titular de Salud indicó que la medida se aplicará con flexibilidad. La cuestión es determinar hasta dónde llega este talante.

El Consejero estuvo acompañado por los dos colaboradores directos a los que se atribuye un conocimiento más profundo de la atención primaria: su jefe de gabinete, Joaquín Cuetos, y el director general de Contratación y Evaluación de Servicios Sanitarios, Juan Ignacio Rodríguez-Arias Palomo. No participó en el encuentro ningún miembro de la cúpula del Servicio de Salud del Principado (Sespa).

El objetivo de Quirós era exponer con detalle el proyecto que obligaría a los profesionales a realizar guardias por las tardes y que también incluye, tal vez a más largo plazo, que parte de la jornada ordinaria de los médicos de primaria -o, al menos, de algunos de ellos- se desarrolle por las tardes.

Un planteamiento que se ha topado con un fuerte rechazo por parte de facultativos de todas las tendencias ideológicas y que ha provocado la dimisión de los coordinadores de los centros de salud de Oviedo y la amenaza de adoptar idéntica medida por parte de los de Avilés, un área en la que la polémica se ha cobrado la dimisión de la gerente de atención primaria, Milagros Moreno. En la zona de Gijón, la respuesta ha sido algo más templada, razón que pudo influir en la elección del escenario de la reunión de ayer.

Las novedades netas del mensaje de Quirós fueron escasas, si es que hubo alguna. En las últimas semanas, el titular de Salud ha subrayado que los principales objetivos de la Administración sanitaria consisten en que los médicos puedan dedicar más tiempo a cada enfermo y que los pacientes que no tienen posibilidad de acudir a su centro de salud por las mañanas tengan opción de ser vistos por las tardes por su médico de cabecera. Otros retos que el Consejero considera prioritarios son reducir la carga de tareas burocráticas que llevan a cabo los facultativos y liberar médicos de las zonas urbanas para que puedan trabajar en las alas.