Oviedo, E. G.

Habrá mención en Asturiano, que no es gran cosa pero dejó relativamente contentos a los que apoyaban la presencia de la enseñanza de la llingua en los planes docentes de Magisterio. La Junta de la Escuela celebró ayer reunión ordinaria y decidió aprobar la mención en Asturiano por amplia mayoría, 58 votos a favor, 26 en contra y 3 abstenciones. Hubo cuatro intervenciones, todas a favor, entre ellas la del director del departamento de Filología Española de la Universidad de Oviedo, Rafael Núñez. Se esperaba mayor apoyo al «no», pero ninguno de los detractores -que los había- quiso hablar. La fuerza del «no» es la que es, porque al final el voto fue secreto y en urna, para que cada cual se expresara lo más libremente posible.

En el exterior de la Escuela de Magisterio un grupo de unas cincuenta personas se había congregado con una pancarta de apoyo a la presencia de la llingua asturiana en la Escuela. Pesaba la tradición porque el profesor Ramón de Andrés recordaba ayer en este periódico que Magisterio «foi, dientro la Universidá d'Uviéu, el centru pioneru na implantación d'enseñances oficiales de Llingua Asturiana». Así desde el curso 1985-86, es decir, más de veinte años cuando se decidió implantar una primera asignatura optativa.

La Junta de Escuela fue rápida, casi «exprés». Comenzó pasadas las cuatro y media de la tarde y finalizó una hora después. Minutos antes, con el recuento ya iniciado, se perfiló muy nítidamente que Magisterio apostaba por el Asturiano. Alguien fue corriendo a decírselo a los concentrados en el exterior, jóvenes en su gran mayoría. Hubo aplausos.

«Todo el mundo venía con el voto muy pensado», decía al final de la junta la directora de Magisterio, Gloria López Téllez, que quiere aprobar el plan de estudios a lo largo de abril, entregarlo al Rectorado y esperar que lo ratifique el Gobierno regional antes de emprender rumbo a la Agencia Nacional de Evaluación, la ANECA, en Madrid. López Téllez mostraba su satisfacción por un resultado que no la cogió de sorpresa, aunque reconocía estar sorprendida por el escaso apoyo del «no» al asturiano.

La mención de Asturiano, que viene a significar un suplemento al futuro título europeo, no tiene la entidad de la especialidad. Magisterio tendrá seis menciones. El Asturiano constará de cinco asignaturas de seis créditos cada una, en total 30 créditos europeos. Las asignaturas no están oficialmente decididas, pero se dan por seguras las de Lengua Asturiana y Didáctica de la Lengua Asturiana. Serán impartidas a lo largo de dos años, casi seguro durante segundo y tercer cursos. Perfilar esas asignaturas es tarea de la comisión de docencia de la Escuela de Magisterio.

Los alumnos que cursen la especialización en Educación Infantil podrán elegir entre diez asignaturas optativas libres, y el mismo número sirve para la especialidad de Primaria. Hay en el programa otras cinco asignaturas optativas comunes para ambas especialidades. La oferta es, pues, amplia. Magisterio cuenta en la actualidad con unos 1.600 estudiantes matriculados y con plazas limitadas. El Asturiano salva la cara con su presencia -aunque menor- tanto en la Facultad de Filología como en la Escuela de Magisterio. Las alternativas eran sustancialmente peores.