Oviedo, Raquel L. MURIAS

A Inés González lo que más le gustan son «las chimeneas y las cosas grandes y altas». Tiene 20 años, es de Mieres y fue una de las personas discapacitadas recibidas ayer en audiencia por los Príncipes de Asturias en el hotel de la Reconquista, junto a otros ocho colectivos más.

Y lo que más ilusión le hacía a Inés González era que la sacasen en la foto al lado del Príncipe, porque era el más alto de la sala. «¿Y tú cuánto mides?», le preguntó a don Felipe. «Uno noventa y siete», respondió sonriente el Príncipe de Asturias. «Pues sólo te faltan tres centímetros para dos metros», concluyó la joven mierense, que fue recibida junto a otros compañeros en representación de la Asociación de Parapléjicos y Discapacitados de Aspaym. Inés no se esperaba que el Príncipe fuese tan alto, así que salió encantada de la audiencia.

«También le pregunté a doña Letizia su estatura, mide 1,69 sin tacones y 1,74 con ellos», explicó la joven al finalizar el encuentro. La pregunta de Inés podría parecer indiscreta, pero si por algo destacaron los encuentros mantenidos ayer entre los Príncipes y los diferentes colectivos que tuvieron una audiencia con ellos, fue por su naturalidad.

Las dieciocho carteras rurales de Asturias que también recibieron el saludo de don Felipe y doña Letizia, cuando se cumplen 30 años del nombramiento de las primeras mujeres que accedieron como funcionarias al Cuerpo de Auxiliares Postales, no tenían más que palabras de agradecimiento. Y es que son muchos años rodando por las caleyas de Asturias para llevar las cartas hasta los lugares más recónditos. «Que ellos vengan y nos lo reconozcan, nos llena de orgullo», manifestó Ángeles González, cartera rural en Teverga.

Contaron que, al principio, imponía ver a los Príncipes tan cerca. «Menos mal, que don Felipe nos dijo que nos acercásemos, para romper el hielo», relata con gracia la cartera de Mieres Carmen Álvarez. «Es una experiencia que siempre nos quedará para el recuerdo», añadió Olga Iglesias, cartera rural de Boal. Doña Letizia les agradeció su trabajo y dedicación, y el detalle de responder, cada año, a las cartas que los niños, entre ellos sus hijas, Leonor y Sofía, envían a los Reyes Magos cada Navidad.

Fueron nueve audiencias en total. Veinte minutos para conocer a los Príncipes y trasmitirles el trabajo que se desarrolla desde los diferentes colectivos. Aspaym arrancó de doña Letizia un compromiso, ella será la presidenta de honor del octavo congreso nacional de Aspaym, que se celebrará en Oviedo.

La asociación llevaba dos años solicitando esta audiencia con los Príncipes para poder mostrarles el trabajo que desarrollan con los discapacitados, especialmente en el área educativa, ya que Aspaym imparte programas de formación y empleo para que los discapacitados puedan optar a sacar el título de Secundaria.

Nadie se esperaba ayer en el hotel de la Reconquista que los Príncipes fuesen tan cercanos y todos se fueron encantados con la visita. Las carteras, porque fueron reconocidas en su trabajo; Aspaym, porque doña Letizia presidirá su congreso, e Inés, porque se sacó una foto con el «hombre más alto, y no estoy acostumbrada».

No pudo contener las lágrimas. Uno de los chicos de la asociación Intgraf, centro especial de empleo que da trabajo a disminuidos psíquicos, se emocionó al ver a doña Letizia. Ella solicitó a la organización que trajesen unos pañuelos de papel para secar las lágrimas del joven, que no tenía consuelo.