Oviedo

Las palabras de Benedicto XVI sobre los preservativos no son las únicas que han levantado revuelo, ya que en el libro dice también que considera «equivocado» afirmar que los papas son infalibles, «ya que un Pontífice también se equivoca».

Según Benedicto XVI, el Papa se comporta «como cualquier otro obispo» y sólo en determinadas condiciones, «cuando la tradición es clara y se sabe que no se actúa arbitrariamente, entonces puede decir que esa cuestión determinada es fe de la Iglesia».

«Obviamente, el Papa puede equivocarse: ser Papa no significa considerarse un soberano colmo de gloria, sino uno que da testimonio de Cristo crucificado», afirma el Pontífice.

La infalibilidad papal, aprobada por el Concilio Vaticano I (1869-1870), es uno de los puntos que separan a las iglesias católica y ortodoxa.

El papa Ratzinger también ha asegurado que nunca pensó en ser elegido y que, aunque Dios le da fuerzas para seguir, se da cuenta de que, a sus 83 años, «las fuerzas van disminuyendo».

Preguntado sobre si alguna vez ha pensado en renunciar al Papado, Ratzinger no duda en afirmar que si un día él se da cuenta de que no puede física, psicológica o espiritualmente desarrollar su labor, no dudaría en dimitir.

«Benedicto XVI ha demostrado ser pragmático y realista ante el problema»

<Ban Ki Moon >

Secretario general de la ONU

«Ante tanto prejuicio tenaz, las palabras de Benedicto XVI son un cambio clamoroso»

<Giovanni Maria Vian >

Director «L'Osservatore Romano»