Director de orquesta

Oviedo, M. S. MARQUÉS

Andrés Salado (Madrid, 1983) dirigirá mañana, miércoles, el jueves y el viernes a la orquesta Oviedo Filarmonía en los conciertos para niños organizados en colaboración con la Fundación Magistralia. El joven músico está encantado de dirigir la formación ovetense, una orquesta en la que ha tocado en numerosas ocasiones como percusionista antes de dar el paso a la dirección. Se confiesa admirador de Asturias, tierra que descubrió durante sus veranos en Ribadesella, y de Oviedo, una ciudad que le parece «encantadora».

-¿No es su primera vez con Oviedo Filarmonía?

-Será la primera como director, pero con anterioridad colaboré tres años como timbalero con Oviedo Filarmonía. En Oviedo tengo grandes amigos, gente que no tiene que ver con la música. Durante mis veranos en Ribadesella conocí a gente de Oviedo, que me parece una ciudad encantadora.

--¿Cómo surge este proyecto?

-Es un proyecto de la Fundación Magistralia y mi colaboración viene a través del maestro Marzio Conti. Son tres conciertos pedagógicos que empiezan mañana, miércoles, con doble función y están orientados a gente joven. Son conciertos escolares no abiertos al público que se presentan en el teatro Filarmónica.

-¿Cuándo decidió dar el paso de la percusión a la dirección de orquesta?

-Hace dos o tres meses. Desde pequeño me había llamado mucho la atención la dirección y hace cuatro años que decidí formarme como director. Ahora los compromisos me impiden seguir compaginando y me han hecho elegir.

-¿Cómo está resultando?

-Muy bien. Vengo de dirigir a la Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid, que fue una experiencia muy bonita porque es la orquesta donde yo he crecido como músico, pero también he dirigido otras orquestas. No me puedo quejar de falta de trabajo.

-¿La crisis no se aprecia en el mundo musical?

-Si se nota, se nota en todo, sobre todo en los presupuestos de las producciones, pero gracias a Dios con mucho esfuerzo las orquestas siguen desarrollando su labor.

-¿La percusión le ha facilitado el acceso a la dirección?

-En la música hay un componente altísimo de suerte. Estar en el momento justo en el sitio indicado o dar con la persona adecuada en un determinado momento es fundamental... Son muchas cosas, pero yo no conozco a nadie que haya creado un proyecto sin esfuerzo, sin mucha labor y sin mucha dedicación. Decía Beethoven que el talento es una parte pero que el trabajo es fundamental. Yo tengo la suerte de venir de una familia de músicos y eso te da una experiencia, te da otra sensación. Un director que ha tocado en una orquesta tiene una visión completamente diferente a la de un director que no viene de la orquesta, la experiencia del atril te hace ver las cosas de una manera distinta y he descubierto que éste es mi camino.

-¿Teme miradas de desconfianza por su juventud?

-El temor siempre existe. Somos humanos. La profesión de director de orquesta es de soledad, a veces te sientes inseguro, pero también hay momentos de seguridad alta. La dirección es algo mágico, el poder de comunicar con una mano es algo grande y acabas entregado. El respeto de la orquesta lo ganas siendo buen profesional, y si lo eres da lo mismo que seas joven, lo vas a tener.

-¿Los compositores actuales están a la altura de los maestros de otros tiempos?

-El filtro del tiempo será el que va a decidir. Mozart y Beethoven tuvieron contemporáneos que tocaron y después fueron olvidados durante mucho tiempo como ocurrió con Bach. Los compositores viven mucho en función de la historia de su tiempo, cuando hay guerras la música es de una manera y cuando hay tiempos de bonanza es de otra. Hoy vivimos tiempos muy locos, de cultura muy efímera. En la música estamos tornando a un lenguaje complicado y nos encontramos con estilos que todavía no se han definido porque no ha pasado el filtro de calidad del tiempo. Pero está claro que hay grandes talentos en la música española.

-¿Cuántos conciertos ha dirigido en estos meses?

-La Orquesta Ciudad de Granada, varias veces la de la Comunidad de Madrid, la Orquesta Sinfónica de Navarra y muchas otras jóvenes.

-¿La meta es ser titular de una orquesta?

-Eso son palabras mayores para los directores jóvenes. Vengo de una familia de músicos y desde pequeño he mamado en mi casa la música y me gusta todo. Hay directores que se hacen durante su carrera musical sabiendo que se quieren dedicar a algo concreto, a mí me gusta dirigir contemporánea, me gustaría mucho dirigir ópera y me gusta el género sinfónico, el género camerístico, me gusta todo.

-¿Y qué le gusta hacer cuando no trabaja?

-Hacer deporte, porque me libera de las tensiones, y estar con mis amigos.