Oviedo, P. Á.

El anterior Gobierno regional se despidió el pasado verano asegurando que la nueva sede del Hospital Universitario Central de Asturias ( HUCA) tenía concluido aproximadamente el 75 por ciento de los pliegos de su equipamiento. Según fuentes del Ejecutivo saliente, «toda la alta tecnología, aquélla que requiere un largo suministro y la realización de obras en el nuevo recinto, está adjudicada desde hace tiempo».

Las mismas fuentes precisaron entonces que si había equipos y mobiliario que aún no habían sido sacados a licitación se debía a que habían estimado prudente «someterlo al análisis de los nuevos responsables sanitarios». Y agregaron que la ralentización de una parte de la dotación, ya adjudicada, obedecía a que su instalación «debe adecuarse a los plazos de apertura del nuevo Hospital».

El Gobierno socialista pretendía «dejar clara, con datos rigurosos, la situación del nuevo HUCA al término de la legislatura». Y enfatizaba que «la transparencia ha sido absoluta» y que los diversos expedientes del proyecto ya habían sido analizados «por todos los que han querido hacerlo, ya que estamos ante el proyecto más fiscalizado de los últimos tiempos».

Tras su toma de posesión como presidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos incluyó en el elenco de prioridades el traslado a los terrenos de La Cadellada del campus de ciencias de la salud, una idea inicialmente comprometida por el Gobierno de Vicente Álvarez Areces pero después dejada de lado por razones económicas.