Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

Después de ocho meses ralentizado a causa del cambio de Gobierno, el equipamiento del nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) será impulsado en los próximos días con la publicación de un bloque de concursos referidos a la dotación tecnológica, el mobiliario y otros epígrafes aún pendientes. Los responsables sanitarios deberán darse prisa si quieren cumplir el plazo marcado por el consejero, José María Navia-Osorio, quien ha reiterado en varias ocasiones que su objetivo es poner en servicio la nueva infraestructura en el otoño de 2013. Aunque no han trascendido demasiadas líneas estratégicas, parece que los actuales dirigentes prefieren que la planta de esterilización sea llevada por trabajadores del propio HUCA en vez de ser externalizada, como pretendía el anterior Gobierno socialista.

Los últimos concursos para el equipamiento del nuevo HUCA se habían llevado a cabo en el entorno temporal de las pasadas elecciones autonómicas, celebradas el 22 de mayo de 2011. Tras los comicios, los responsables de Foro Asturias, partido ganador, exigieron al Ejecutivo en funciones que no adoptara decisiones de calado que condicionaran al futuro Gobierno. Así lo hizo el Ejecutivo de Vicente Álvarez Areces, aunque sus dirigentes sanitarios aseguraron que algunos de los pliegos ya estaban listos para su licitación. En aquel momento, el Ejecutivo cesante subrayó que «mobiliario y esterilización tienen sus pliegos ultimados, sólo a expensas de ser publicados en los diarios oficiales».

Sin embargo, y según ha podido saber este periódico, la actual Consejería de Sanidad tiene previsto continuar con el impulso del proyecto pese a la disolución del Parlamento regional y la convocatoria de elecciones para el próximo 25 de marzo.

El pasado 3 de octubre, Juan José Pérez Blanco asumió la gerencia del HUCA con un cometido principal: concluir el equipamiento y llevar a cabo el traslado del Hospital al nuevo edificio que se construye en los terrenos de La Cadellada. Pérez Blanco relevó en el cargo a Mario González, quien desempeñó la gerencia durante casi cuatro años.

El pasado 9 de agosto, LA NUEVA ESPAÑA publicó que la hipotética destitución de Mario González -que se verificó pocos días más tarde- podía acarrear, a juicio de determinados conocedores del sector sanitario, un notable retraso en los trabajos de equipamiento del HUCA, toda vez que el anterior gerente era «con diferencia, el mejor conocedor» del proyecto. Un proyecto de largo recorrido, puesto que las obras de construcción del nuevo recinto dieron comienzo el 7 de junio de 2005. El plazo inicialmente dado a las empresas constructoras, de 54 meses, concluía el 7 de diciembre de 2009, pero fue prolongado en tres ocasiones.

Ciertamente, el nuevo equipo directivo ha tenido que tomarse su tiempo para ponerse al día de los trabajos ya realizados y de los pendientes. Además, algunos de los pliegos son de notable complejidad. Pero también conviene tener en cuenta que los actuales responsables del proyecto han variado algunos de los planes que había trazado el Gobierno anterior.

Uno de los más relevantes es el concerniente a las tareas de esterilización, apartado que incluye desde el lavado de ropa hasta el tratamiento del material quirúrgico. El Ejecutivo de Vicente Álvarez Areces apostaba con nitidez por externalizar este área, bajo el argumento de que esta opción implica un ahorro notable y no ofrece mayores dificultades de reubicación del personal. Todo apunta a que el actual equipo apuesta exactamente por lo contrario: por no privatizar estas tareas, sino por asignarlas a los profesionales propios del Hospital Central. ¿Argumentos? El principal, la preservación de un buen número de empleos.