-¿Qué podrá ver quien asista a su actuación?

-Un espectáculo que se titula «Dejavú dejavá, cada día te quiero más». En él juego un poco con el título de una canción de «Gipsy King» y con la percepción de momentos en los que parece que revives situaciones anteriores. Cuento un poco las cosas que han marcado mi vida hasta este momento a través de las letras de las canciones y de lo que he visto televisión. Efectuó un pequeño repaso a las canciones del verano, como «Eva María», «María Isabel» o «Mi limón limonero», que aparentemente son absurdas y que hubo unos años que arrasaron. También comparo programas de televisión de antes y de ahora al tiempo que interactúo mucho con el público. Es un repaso absurdo en el que el público que ha vivido esas épocas se reirá y quienes no lo han vivido, lo conocerán. También introduzco improvisación. Además hago un repaso sobre cómo se ligaba y cómo eran los bailes.

-En esa faceta dispone de cierta ventaja tras pasar por una edición de «Mira quién baila».

-Hasta el espectáculo nunca había vuelto a bailar. (Risas). Fue una época que me lo pasé muy bien y reconozco que bailar es muy complicado. Era un reto preparar tres coreografías distintas cada semana. Lo pasé muy bien con mis compañeros y el equipo de producción.

-Testimonia que bailar es muy difícil. ¿Hacer humor es complicado?

-Sí, es complicado, pero para mí es algo natural. Creo que soy un hombre que parte del humor desde la seriedad, por lo que a veces produzco la duda en la personas de que si lo he dicho es en serio o en broma. Eso siempre me ha gustado y en mi época en «Crónicas marcianas» practicaba este tipo de humor más cercano a la escuela inglesa. Ese humor siempre me ha divertido. Todavía, tras casi quince años, la gente me pide que haga al reporte absurdo que interpretaba en ese programa.

-¿Por qué?

-Creo que porque fue un programa que, para bien o para mal, ha hecho historia dentro de la televisión. En aquella época el medio vivía una etapa muy dulce, tras haber iniciado este tipo de emisiones nocturnas Pepe Navarro con «Esta noche cruzamos el Mississippi». Hasta entonces la noche era para la radio. Sardá ocupó el lugar dejado por Navarro y estuvimos, nada más y nada menos, ocho temporadas.

-¿Ha habido un antes y un después profesionalmente en Deltell?

-Desde luego porque supuso darme a conocer en todo el país. Yo empecé casualmente en la radio, en Cope en Lleida, cuando estudiaba. Fue un poco a modo de broma y robándole horas al estudio. (Risas). Posteriormente en Barcelona conocí a Buenafuente y a Toni Clapés. Con el que hice un programa en TV3. Fue una fórmula que gustó tanto que nos fichó Sardá. Empezamos con una especie de informativo marciano absurdo y yo era el reportero.

-Muy pocos profesionales que practican el humor que usted hace.

-Efectivamente. Además yo juego con las pausas y las miradas. En «Crónicas marcianas» se creó un poco este personaje, lo que hace el público reaccione muy bien a mis propuestas. También hay que decir que cuando eres algo conocido, tienes mucho ganado con el público frente a otros compañeros. Actualmente todos necesitamos mucho humor y este campo vive muy buen momento. Desde mi punto de vista pasamos por un buen momento de monologuista, aunque yo me considero más bien un «showman» al reforzar mis palabras. No obstante, en televisión añoro que se apueste por espectáculo de humor como el que hace José Mota, que es todo un referente.

-Se le ha podido ver en varias de las entregas de la saga «Torrente».

-Sí, he participado en la tres y la cuatro, pero previamente en el año 2000 ya actué en «Operación gónada», donde interpreté el papel de Franco. La experiencia de hace del Caudillo fue interesante. El director me había visto en la cadena TV3 y decía que me parecía. Realmente caracterizado era así. Luego en «Torrente 3» interpreto a Linares, un agente de policía que ni se sabe si ayuda o no a Torrente (risas) y en la siguiente entrega hago de un primo de Linares. En todas las facetas artísticas en las participo me encuentro bien, pero quizá lo que más me gusta es el contacto con el público sobre un escenario.

-¿En qué proyectos está actualmente embarcado?

-Quiero efectuar este espectáculo con otra puesta en escena para teatros. También colaboro en el debate de «Gran Hermano», donde hago imitaciones. Tantos años al lado de un gran profesional como Carlos Latre hacen que se te peguen algunas cosas. (Risas).

Perfil :Lleida, 1958.

Fue una casualidad lo que le llevó a los medios de comunicación en 1975, cuando formó parte, como locutor de radiofórmula, de la plantilla de la Cadena Cope. Pero fue en Cadena Catalana, Cadena Ser, donde comenzó a despuntar como «showman». El salto a la televisión lo dio en TV3, cadena donde trabajó con Toni Clapés en «Efecto Secundario». Colaborador desde entonces en diferentes programas de televisión, su trabajo con Javier Sardá durante años le hizo popular para el gran público por su singular sentido del humor. Ha participado en espacio cómicos de TVE como «Cruz y raya punto show» y «El programa de José Mota». También ha realizado incursiones en mundo del séptimo arte en «Operación gónada» y en la saga de Torrente en la terca y la cuarta entrega. En estos momentos colabora con imitaciones en el debate de «Gran Hermano 12+1».