En las universidades españolas hay 16.000 estudiantes con discapacidad -algo más de 300 en la de Oviedo-, pero más de la mitad son alumnos de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Ignacio Tremiño Gómez, director general de Políticas de Apoyo a la Discapacidad del Ministerio de Asuntos Sociales, cree que este dato es «un claro ejemplo de falta de inclusión por los problemas que plantea la accesibilidad».

Tremiño, que participó en Oviedo en unas jornadas sobre «Universidad y discapacidad», visitó ayer las obras de mejora de la accesibilidad realizadas en el edificio histórico de la institución académica, un plan integral financiado por el Campus de Excelencia Internacional en el que se han invertido algo más de 166.000 euros. Él mismo probó las rampas, los accesos y subió en el ascensor al claustro del edificio ya que, desde hace veintitrés años, se mueve en silla de ruedas.

«Un accidente de coche conduciendo yo y sin intervención de terceros», explica Tremiño al ser interrogado por la causa. Como tantos otros, pasó por el Hospital de Parapléjicos de Toledo y vivió momentos difíciles. «El deporte me ayudó muchísimo, al final es un problema de superación: hay que tratar de vivirlo de forma positiva», señala.

El deporte, especialmente el paralímpico, es un estímulo para el mundo de la discapacidad, «sobre todo para los niños que están hospitalizados en Toledo, que ven a los deportistas como héroes».

Ignacio Tremiño Gómez afirma sentirse cómodo en un Ministerio en el que las políticas sociales padecen serios recortes. La ministra, Ana Mato, le aconsejó que, dentro de sus posibilidades, hiciera lo máximo posible por la discapacidad y utilizara la imaginación. Su dirección general tiene un presupuesto de 60 millones de euros, de los que unos 52 van directamente a las subvenciones de régimen general. «Hemos ajustado en gasto corriente para que no afectara a las ayudas más del 5 por ciento. Yo, por ejemplo, no suelo viajar, he venido a Oviedo porque me han invitado, y estoy encantado», dice.

Uno de los serios problemas de la discapacidad en este momento es el retraso en el pago de subvenciones a las asociaciones por parte de las comunidades autónomas. «Sólo se salvan País Vasco, Navarra, Castilla y León y Galicia», afirma. Y añade: «La Ministra le pidió a Cristóbal Montoro que incluyera en el Fondo de Liquidez Autonómico de 2013 la obligación del pago de los convenios sociales y así se ha hecho».

El empleo, el problema que más preocupa a los españoles, también lo es para los discapacitados, aunque Ignacio Tremiño dice que en el caso de este colectivo las cifras son positivas. En el primer trimestre de este año, la contratación aumentó un 3,3% con respecto al mismo período del año anterior, aunque un 1,9% lo fue en los centros especiales de empleo (CEE). «Es una noticia positiva en este contexto; para mí todo es empleo», señala.

En cuestiones laborales, son las personas con discapacidad y baja cualificación profesional y de más edad las que más problemas plantean a la hora de encontrar un trabajo. «La discapacidad siempre será un problema serio, pero en España no estamos mal. En 2008 suscribimos la convención de la ONU sobre discapacidad y fuimos los primeros en presentarnos al examen de su cumplimiento», subraya.