"Ser fotógrafo es una elección", dijo la estadounidense Annie Leibovitz en su discurso. Simpática y generosa -tuvo un recuerdo agradecido para su compañera, también premiada, Susan Sontag, y para Sebastião Salgado, el otro fotógrafo "Príncipe"-, habló del poder de la fotografía como invento para "detener y retener esos momentos que acaecen fugazmente a nuestro alrededor". Pese a los cambios tecnológicos, dijo Leibovitz, "la imagen es cada vez más relevante y tiene más fuerza en nuestras vidas que nunca".