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Un camino entre pucheros

Cita con la tradición junto al Esva

Rosario López, enamorada de la cultura popular y de la cocina asturiana, regenta el bar restaurante Canero, en la localidad del mismo nombre en Valdés

Brieves, un pueblo con mucho encanto.

Son muchos los caminos que llevan al viajero a perderse por lo mejor de Asturias. Entre ellos está el que, en dirección a Santiago, realizan numerosos peregrinos que optan por ir a Compostela por la ruta de la costa asturiana. Llegado el buen tiempo es más perceptible su presencia por caleyas e, inclusive, carreteras, como sucede en algunos tramos del concejo de Valdés. Algunos suelen detenerse a descansar y, en ocasiones, también a comer el menú elaborado para ellos en el bar restaurante Canero, ubicado a la orilla de la carretera y cuyos ventanales se asoman, por un lado, al río Esva, y, por el otro, a la playa de Cueva.

Rosario López Martínez, a quien todo el mundo llama Rosa, es quien dirige este lugar que rezuma asturianía y tradición por los cuatro costados; desde la zona del bar, donde no falta la tienda con artículos artesanos y otros de primera necesidad; los guiños a la arquitectura popular asturiana representada en varios hórreos de madera repartidos por el local, además de artesanía de Llamas de Mouro e incluso una bocamina. Rosa, además de una buena cocinera, es una gran defensora de la cultura popular y del folclore, sobremanera del de su tierra, pues no hay que olvidar que, cuando se pisa Valdés, se pisa tierra vaqueira.

En cuanto a su amor por la hotelería y los fogones, empezó muy pronto. "Desde los 9 años ya andaba por las cocinas y toda mi vida profesional se ha desarrollado en la hostelería. En 1999 mi marido, Ángel Fernández, y yo compramos este local que fue parada de postas. Se llamaba la Casa de María Facundo. Cuando nosotros lo cogimos lo llevaban Pepe y Pili, que ya lo habían convertido en hotel. Lo fuimos reformando estos años junto con el restaurante, por lo que también ofertamos alojamiento", recuerda Rosa.

A la una de la tarde el olor a buen guiso asturiano sale, tentador, de su cocina, y se extiende a lo largo del bar restaurante. Por un menú de 10 euros, se puede comer, dependiendo del día y por citar algunos platos, pote o fabada, guiso marinero, lacón, chosco, carne guisada, merluza o bacalao a la sidra, ensalada, sopa de cocido, revueltos, truchas y diversos postres.

Para los que prefieren ir a carta, hay una variedad considerable de preparaciones como las costillas picantonas, cachopos, el chuletón , pitu caleya, cordero, sopa de marisco, revuelto de cecina con gambas, merluza del pincho a la plancha, picadillo o carne de caza o parrilla de marisco, estos dos últimos sólo por encargo. Los que gusten del salmón de nuestros ríos podrán disfrutarlo igualmente aquí.

Los sábados por la noche organiza una cena baile, aunque, en este caso, se trata de baile tradicional y música popular, donde los protagonistas son los vecinos, todos con el mismo espíritu: compartir el folclore haciendo sonar la gaita, las panderetas, cantando vaqueiradas y con bailes tradicionales. Esta noche será la última cena baile hasta octubre. Seguramente se recordará a una gran vaqueira Carmen Martínez, "Carminina", alma máter del Festival Vaqueiro y La Vaqueirada, muy querida por todos y fallecida hace unos días. Para reservar mesa llamar al 985475036.

Y todo ello en un lugar tranquilo, entre el río y la mar.

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