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Un camino entre pucheros

Marisco tentador

Rosa Álvarez regenta en Oviñana el bar El Café, que cuenta con una oferta variada tanto de tapas como de platos con productos del mar o carnes asturianas

Salpicón de marisco y pulpo a la gallega, acompañado de sidra fresca. ANA PAZ PAREDES

Los que aman la costa asturiana y los lugares con encanto saben que en cualquier época del año resulta impactante asomarse al mar desde el Cabo Vidio, y más concretamente desde el pequeño mirador que está junto al faro. Desde este lugar mágico, donde uno se siente tan pequeño y, al tiempo, afortunado, se puede ver toda la costa asturiana casi hasta Galicia si el cielo está totalmente despejado y no hay bruma.

Eso sí, un poco antes de este viaje hacia este paisaje inmenso, la parada obligatoria es el pueblo que lo precede, Oviñana. Se trata de un lugar con mucho encanto donde el aire huele a salitre, a las flores de los caminos y a buena gastronomía del mar preparada en las casas de sus vecinos y en sus restaurantes.

Oviñana es un pueblo guapo y luminoso, lleno de senderos y con cuatro rutas establecidas que invitan a conocerlo mejor y que parten del centro de la localidad, donde se encuentra el edificio, hoy rehabilitado como centro social, donde antaño se ubicaban las escuelas.

Justo enfrente se encuentra el bar El Café, un local con mucha historia y raigambre, un bar querido por sus paisanos desde que fue fundando por José y Beatriz, padrinos de Adolfo Gutiérrez, de profesión pescador y marido de Rosa Álvarez Encinas, que es quien, tras retirarse los primeros, dirige este local y atiende el comedor. Así cuenta Rosa que llevan con el bar 28 años. "En 2004 hicimos una reforma para ampliarlo, contando ya con servicio de comedor, además del espacio del bar. Inés, en la cocina, es una estupenda guisandera, fiel a la tradición, aunque también hay otros platos que vamos incorporando nosotros". Y es que en el bar El Café, que tiene además una estupenda y cómoda terraza, tienen un poco de todo y, por ello, sorprende lo que ofrecen en su carta. Allí no hay menú, por lo que la gente acude a disfrutar tanto de un variado tapeo como de otros platos más elaborados y tradicionales.

Así, por ejemplo, tiene gran demanda en estas fechas el marisco, que se sirve de todo tipo, además del salpicón de centollo o de bogavante, pulpo a la gallega, calamares en tinta y rollo de bonito en temporada. También cuentan con seguidores las parrochas, el pulpo al ajillo, las croquetas caseras, el pastel de andarica o cabracho, el revuelto de oricios, la ensaladilla o unas buenas cebollas rellenas. Este último plato tiene su razón, y la defiende con cariño Rosa: "Yo nací en Caborana y fui criada en El Entrego, aunque a los 19 años ya me vine para aquí al casarme. Las cebollas de mi tierra tienen que estar en la carta, ¡qué menos!".

Eso sí, no por ser lugar de mar faltan en el bar El Café otras elaboraciones. En ellas la carne es la protagonista. Así, se pueden encontrar en su carta, entre otros platos, rabo de toro, costillas al ajillo, cachopo, oreja, escalopines de solomillo, manos de cerdo o pollo al ajillo, por citar algunos. En postres, a elegir frixuelos solos o rellenos al gusto, tarta de tres chocolates, copa de helado con mandarina, natas de San Cosme o el requesón con miel y nueces.

En temporada alta y más en fin de semana es conveniente llamar y reservar al 985596185. Y luego, para bajar la comida, un paseín hasta el faro. Inolvidable.

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