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Un camino entre pucheros

Jovellanos pasó por aquí

Eduardo García y Marisa Yanguas recuperan el espíritu del chigre de siempre al frente de La Venta de Puga, en Llanera, con recetas de su antigua propietaria

Jovellanos pasó por aquí

Hay lugares donde la historia deja su huella y que se mantienen gracias, en parte, a quienes viven en ellos y la van transmitiendo de unos a otros de generación en generación. Una de esas personas es Eduardo García Cepero, quien, tras decidir venir a Asturias a vivir con su familia y establecerse junto a su mujer como hostelero en Pruvia (Llanera), se puso al frente, el 21 de septiembre de 2013, de un establecimiento emblemático, La Tiendina, en Puga, local de sobrada fama por la calidez de la persona que durante décadas lo atendió, Amadora Menéndez, así como por la calidad de cuanto esta mujer elaboraba en su cocina y le dio merecida fama.

Sabedor de la historia del lugar, y tras rehabilitar en parte el local y dotarlo de su propia personalidad, Eduardo García mantuvo el nombre de La Venta de Puga, como también se le conocía, en el bar. Tanto las viviendas que se ubican tras el local como el gran arco de piedra que les da entrada recuerdan la existencia de esta venta, lugar de parada y descanso de viajeros y caballerías, y que ya citó Jovellanos en uno de sus viajes, concretamente el que realizó el 19 de agosto de 1797 a tierras cántabras. Así, en su descripción del mismo, señalaba: "... A caballo a las tres y cuarto: sol claro, templado por vendaval largo. Comitiva: José Acebedo Villarroel, Colás (Nicolás de Armayor), Pachín de Peón, montados; a pie, Toribín y el granadero de Asturias, Baltasar de Morís y Juan Nemopuceno, en la venta de Puga, volviendo de Oviedo...".

La Venta de Puga es un local sencillo, un barín de pueblo lleno de detalles en su sencillez tan personal -incluidos los baños-, donde este matrimonio se esmera cada día en ofrecer lo mejor de su bar a sus clientes y contertulios. Cita con cariño Eduardo García a Amadora, que tantos y tan sabios consejos les dio, además de algunas recetas propias, como su elaboración del lacón con berzas, hoy una especialidad también de esta casa. Tienen un menú de semana y otro más especial de fin de semana, con tres o cuatro primeros a elegir y cinco o seis segundos, sin olvidar los postres, una de las especialidades de Marisa.

Al igual que a la vieja usanza, aquí se "canta" lo que hay, tal como señala Eduardo. Así, junto al lacón, también preparan fabada, cebollas rellenas de bonito, pescado del día fresco, pimientos rellenos de ñocla, pastel de centollo, repollo relleno, brochetas de pixín con salsa de oricios, cachopo de merluza, chuletillas de cordero, cachopo de ternera y, en ocasiones, caldereta de cordero. Por encargo prepara paletillas de cordero de Castilla. "Lo hago al estilo de Segovia", matiza Eduardo. A la vez recuerda que su abuela era de Gijón y que también tiene sus raíces asturianas. También por encargo preparan comida para celiacos.

En cuanto a postres, a destacar la tarta de tres chocolates, el arroz con leche (siguiendo la receta de Amadora) y la tarta de queso.

La Venta de Puga está cerca de la carretera y tiene espacio para aparcar. Cuenta, además, con una gran televisión que hace las delicias de los aficionados al fútbol cuando toca partido, y es que allí tienen cabida los del Real Oviedo, el Sporting de Gijón, el Barcelona y el Madrid, cuyos escudos figuran allí. Tiene una capacidad para unas cuarenta personas. Cierran los lunes por descanso. Su teléfono es el 985260030.

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