Ioana Gruia (Bucarest, 1978), con el poemario titulado "Carrusel", se alzó ayer con el Premio Emilio Alarcos de Poesía 2015, que concede la Consejería de Cultura del Principado. Profesora de Literatura Comparada en la Universidad de Granada, Gruia consiguió la unanimidad del jurado por "la intensidad lírica con frescura literaria" de su trabajo, una poesía de la que Luis García Montero, también profesor en Granada y poeta, destacó las "reflexiones sobre la identidad y la infancia y el tratamiento poético de la identidad femenina".

Ioana Gruia ha publicado hasta el momento los poemarios "El sol en la fruta" y "Otoño sin cuerpo", la novela "La vendedora de tiempo", y el ensayo "Eliot y la escritura del tiempo en la poesía española contemporánea".

El jurado estuvo presidido por Luis García Montero, catedrático de la Universidad de Granada y Premio Nacional de Poesía. Como vocales, Josefina Martínez, catedrática jubilada de Lengua Española de la Universidad de Oviedo; Carlos Navarro Marzal, Premio de la Crítica y Premio Nacional de Poesía y José Luis García Martín, profesor de la Universidad de Oviedo, escritor, articulista y crítico literario.

El galardón se dio a conocer en el palacio del Conde de Toreno de Oviedo con la asistencia del poeta Vicente Gallego -ganador de la pasada edición con "Saber de grillos"- de quien García Martín realizó una elogiosa presentación, además de referir algunas coincidencias en su trayectoria. Gallego ganó en Oviedo el "Ángel González" de poesía en 1985. Fue su primer galardón literario al que seguirían después muchos otros, algunos del prestigio del "Loewe" y del "Reina Sofía".

"Como poeta fue creciendo, haciéndose más denso, más intenso, más verdadero", dijo García Martín, que se refirió a su poesía metafísica y a aquella otra realizada a semejanza de Francisco Brines para más tarde volverse "más reflexivo y seguir creciendo hasta convertirse en el gran poeta que es", afirmó

"Saber de grillos", editado por Visor y repartido ayer entre los muchos asistentes a su presentación, "es el libro de un poeta vivo que no se repite", comentó García Martín. Vicente Gallego, que leyó algunos poemas, definió el poemario ganador como "el más esencial, pretende ser un casi nada que queda ahí un poco sonando". El acto, que concluyó con una lectura de poemas por parte del jurado, estuvo presidido por el viceconsejero de Cultura, Vicente Domínguez, y contó con la asistencia del concejal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo, Roberto Sánchez Ramos.