Oviedo, David ORIHUELA

La Asociación de Escritores de Asturias entregó ayer sus premios, el IV de las Letras y los X de la Crítica. El primero reconoció la labor del catedrático emérito de la Universidad de Oviedo José María Martínez Cachero. Los premios de la Crítica, en sus distintas categorías, fueron para Pedro de Silva, Ricardo Menéndez Salmón, Alejandro Céspedes, Elías Veiga, Miguel Rojo, Berta Piñán, José Luis Espina, Xuan Santori y Jesús Palacios.

El premiado en la categoría de columnismo literario en lengua española, el colaborador de LA NUEVA ESPAÑA y ex presidente del Principado, Pedro de Silva, agradeció el galardón a los artículos publicados durante 15 años en el periódico. «Me siento Amenábar», bromeó para recordar cómo, hace 15 años, Melchor Fernández Díaz, entonces director del diario, «me dijo el formato, el tono, el tamaño y las coordenadas» del «billete» que publica a diario en el periódico. A partir de ahí agradeció el apoyo de los distintos directores del periódico: «Melchor Fernández, Isidoro Nicieza y Ángeles Rivero, por darme siempre libertad absoluta sin una sola indicación de tiro durante quince años», y siempre «bajo la tutela liberal del maestro de periodistas que es José Manuel Vaquero». Vaquero es en la actualidad consejero delegado de Editorial Prensa Ibérica y director general de LA NUEVA ESPAÑA. Silva fue el primero en recoger el «Apolo», la estatuilla diseñada por el artista y escritor Jaime Herrero.

El encargado de cerrar el acto fue José María Martínez Cachero, que recogió el premio entregado por el presidente de la Asociación de Escritores de Asturias, Carmelo Fernández Alcalde. El profesor reconoció que se había sorprendido mucho cuando le informaron de que le habían concedido el premio, «porque hay premios que te los esperas, pero en este caso no sabía que existía este galardón porque apenas tiene cuatro años». Martínez Cachero aplaudió unos premios que, en su opinión, «deben tener el respeto de los lectores, algo que no se puede decir de otros de mayor renombre».

Ricardo Menéndez Salmón, premio de novela por «Derrumbe» y también colaborador de LA NUEVA ESPAÑA, y Alejandro Céspedes, premio de poesía por «Círculos concéntricos», que no acudió al acto, pero envió un mensaje, destacaron el buen momento que vive la literatura asturiana.