Langreo, M. Á. G.

«La crisis todavía no empezó en el sistema educativo, que seguramente tendrá que empezar. Entonces, cuando empiece de verdad, estaremos hablando de otras cosas. La crisis no ha tocado todavía la plantilla docente». El consejero de Educación, José Luis Iglesias Riopedre, contestó ayer en Langreo a las críticas de los sindicatos por el recorte (61 puestos) de la plantilla docente para el próximo curso escolar. Alertó de que lo peor quizás esté por llegar y justificó los planes de la Administración regional con algunos datos.

«En los últimos diez años se perdieron en la enseñanza pública casi 24.000 alumnos y crecimos en 220 profesores. Estábamos en la época dorada de la educación. A lo mejor la crisis hace que la época sea menos dorada y más de hierro, más de cobre y menos de oro». Todo un aviso a navegantes, aunque el Consejero añadió que la enseñanza pública seguirá siendo una apuesta decidida del Gobierno «porque es el eje del sistema educativo asturiano». Si hay crisis, hay reducción de gasto «pero manteniendo los estándares de calidad que tenemos, sin bajar un ápice la atención al alumno. Hay que racionalizar plantillas y el sistema educativo en general».

El recorte de profesorado en la antiguamente llamada plantilla orgánica (la de los funcionarios con plaza fija) «es totalmente normal y asumible», dijo Riopedre.

El Consejero asume que los sindicatos protesten, «pero hay que pensar en los intereses generales. Nosotros creemos que en este momento la plantilla total, la que necesitan los centros, está bien. Estamos en una ratio envidiable en este país, que es la un profesor cada ocho alumnos».

«En Asturias», añadió, «si tenemos unos rendimientos educativos que están a la cabeza de España tanto a nivel de fracaso escolar, que es el menor que existe, con un 14 por ciento, como en titulaciones de la ESO y Bachillerato, vemos que el sistema de educación asturiano funciona razonablemente bien, entre otras cosas, porque hay muchos profesores en los centros».