Oviedo, P. R.

La otra losa de la sanidad pública asturiana, en palabras del consejero de Sanidad, es el déficit, que, según Navia-Osorio, será de unos 317 millones de euros a finales de año. La cifra sale, según explicó en la Junta General del Principado, de la deuda de 262 millones que arrastra la Consejería de Sanidad en el presupuesto de 2011, inferior en 38 millones al de 2010. «En 2012, necesitaremos 2.000 millones para poner a cero la sanidad», dijo. Y lo presupuestó: 317 para limpiar el déficit; 73,4 para la factura de Gispasa por el HUCA; 14,8 para el Hospital de Mieres y 1.590 millones para el gasto de 2012.

La delicada situación económica le permitirá, según dijo, pagar las nóminas de los 14.000 trabajadores de la sanidad hasta diciembre y al Colegio de Farmacéuticos. «Me gustaría pagar a los pequeños proveedores porque de esas empresas dependen muchos puestos de trabajo y las ponemos en riesgo, pero me temo que no podré, y no voy a pagar a los grandes proveedores y este dinero quedará deslizado para el próximo año».

Junto a las cuentas, las listas de espera y la centralización de compras son las otras prioridades de la Consejería de Sanidad. A lo que debe añadirse la consolidación del modelo de gestión clínica implantado por su antecesor, Ramón Quirós. «El Gobierno anterior tuvo iniciativas positivas y ésta fue una de ellas. Ha dado resultados muy buenos en la atención primaria, buenos aunque no tanto en salud mental y hospitales comarcales, y desastrosos en el HUCA», dijo.

El objetivo con las listas de espera es ofrecer la mejor información posible al usuario a través de la página web (astursalud.es). «Nuestro deseo era ofrecerlas en tiempo real, pero no será posible porque el programa informático del HUCA no lo permite». Los asturianos que estén en la lista podrán elegir el hospital en que quieran ser atendidos, en operaciones quirúrgicas, consultas y medios diagnósticos. Se comenzará con un plan piloto en el Hospital Álvarez Buylla de Mieres.

El 31 de agosto había 661 pacientes con más de seis meses de espera, de los cuales 589 eran del HUCA. La demora media es de 76 días. El objetivo es que nadie espere más de seis meses. Navia-Osorio tratará de resolverlo mejorando la derivación a los centros concertados y aumentado la rentabilidad de los quirófanos de la sanidad pública.

El Consejero calificó de «muy mala» y «desastrosa» la gestión de Mario González como gerente del HUCA; defendió el nombramiento de Julio Bobes como jefe del servicio de salud mental; anunció una nueva ley del Sespa; calificó de «aventura descabellada» la Fundación de Investigación Biosanitaria del Principado y dijo que no figura entre sus prioridades modificar la ley que regula la venta de alcohol a menores de 18 años.

«Toda esta cortina de humo esconde su verdadera intencionalidad, los servicios públicos serán la primera víctima de Foro», dijo la diputada socialista Pilar Alonso.

Carlos Galcerán (PP), por su parte, calificó de «tomadura de pelo» la presentación de ayer y dijo que la realidad que él había retratado deja ver una «parálisis en la sanidad asturiana». «No llore y coja el toro por los cuernos», añadió.

«Sobra ajuste de cuentas y faltan propuestas», señaló Noemí Martín. «Lo primero para hacer una propuesta seria es conocer lo que hay», respondió el Consejero.