Pablo TUÑÓN

Llevan 25 años alegrando a los escolares con su música y ayer lo celebraron dándose en el teatro Jovellanos un baño de masas de alumnos de los colegios Jovellanos y Cabrales. El Grupo de Animación Musical Escolar (Game) tuvo ayer una cita especial, aunque con el mismo espíritu que todas las visitas que realiza por centros de enseñanza Primaria del Principado: llevar la música a colegios y críos que no tienen tanta oportunidad de ir a espectáculos musicales tan singulares.

«Estuvo muy bien, porque mi familia me vio bailando», señalaba Nel Allende, de 4.º de Primaria del Colegio Jovellanos. Ayer, el Game impartió unos talleres a todas las clases del centro: de juegos, de danza, de música... Algunos elegidos ensayaron una coreografía para luego actuar con ellos en el teatro Jovellanos. «Ha sido todo un lujo porque nos escogieron a unos pocos», decía Mario de la Rivaherrera, otro niño de 4.º. Nel y Mario bailaron en el coliseo gijonés, tras un ensayo de una hora en el taller con el Game, una danza marinera: «La marcha del mar». «Nos cogieron a los que teníamos más marcha. El baile era sencillo», aseguraba Allende. Los dos compañeros coincidían en afirmar que «son unos tíos muy simpáticos, hacían música con todo y nos cayeron muy bien».

Con este evento, el Colegio Jovellanos quiso agradecer la labor que el Game lleva haciendo en sus 25 años de andadura. El grupo está compuesto por quince maestros de toda Asturias, especialistas en educación musical, que, desde la creación del colectivo, se dedican a hacer actuaciones muy especiales en colegios por toda la región. Siempre con una estructura similar: durante la mañana hay talleres de didáctica de la música y, con lo que aprendieron, los alumnos acompañan al Game, que toca la música en directo, en un concierto final.

Este colectivo se creó el mismo año que se convocó en Asturias el primer curso de la especialización en educación musical. Desde entonces, no han dejado de recorrer centros en el tiempo que les deja libre su dedicación al magisterio. Ayer, vieron retribuida su intensa dedicación con un buen baño de masas.