El ritmo frenético del día a día es el principal enemigo del cuidado de los pequeños detalles. Por eso, las nuevas firmas "handmade" se empeñan en crear productos que faciliten a los amantes del buen gusto esta labor. La cocina es tendencia y, por tanto, el menaje también.
La decoración en todo lo que rodea a la comida se ha convertido en un ingrediente esencial para que los alimentos entren por los ojos. Y las tablas de madera con formas originales, que mezclan la tendencia con la tradición, han entrado pisando fuerte en el sector. La firma The Crazy Craftsman, nacida hace poco más de un año en Asturias, es la favorita de los restaurantes de moda del Principado y de los gourmets estilosos de toda España. Creada por la vallisoletana residente en Oviedo Carolina Martínez, pretende ofrecer a sus clientes "una experiencia diferente en hechos tan cotidianos como son desayunar, cenar o merendar", explica la joven.
Todo surgió cuando ella misma, auditora interna y contable, decidió pedirle a un artesano de Valladolid que le hiciera una tabla personalizada para su casa. "Los fines de semana me apetecía poner bonito el desayuno, que fuera diferente al resto de la semana. En mi familia hay mucha tradición de madera y pensé que una tablita con una forma bonita iba a alegrar cualquier comida". Dicho y hecho. Puso una foto de su nueva tabla en las redes sociales y le llovieron los "me gusta" y las preguntas por su procedencia. "Con el menaje ha ocurrido lo mismo que con el textil. Está todo tan monopolizado por las grandes cadenas que la gente busca diferenciarse con los pequeños detalles".
Y ése es el fuerte de su firma, que ya cuenta con casi 5.000 seguidores en Instagram, su canal directo de ventas. "Vemos las tendencias de cada estación y hacemos los diseños de los productos 'standard', pero intentando que sean diferentes a lo que hay en el mercado". Esos "básicos" son las exitosas nubes, su producto estrella; las piñas, los corazones o la hoja caduca. Pero también hacen diseño exclusivos. "Todo lo que se imagina, se puede hacer".
La fabricación es artesanal, con madera de pino castellano y sin ningún barniz artificial. "Estamos hartos de no apostar por lo nuestro. La gente quiere cosas que hagan personas como ellos, que se esfuerzan y sacan proyectos innovadores de calidad". Gracias a ella, desayunar en las nubes ya es un plan real.
