La pista se diluía tras la muerte de su dueño hasta que, un siglo y medio más tarde, el piano del compositor Hector Berlioz reapareció a un precio irrisorio en una web de venta entre particulares, un improbable hallazgo que hoy, tras desembolsar 55.000 euros, expone la casa-museo del músico francés. Hace unos meses, los responsable del centro recibieron un sorprendente mensaje: una mujer anónima aseguraba poseer el famoso piano de Berlioz, obra del fabricante holandés Érard y de cuya existencia se sabía gracias a un inventario póstumo. Ningún coleccionista había logrado localizarlo. La propietaria argumentaba que el piano ocupaba un espacio excesivo y optó por subastar el instrumento en internet después de que los Traperos de Emaús lo rechazasen por demasiado voluminoso. Tras ofrecerlo gratuitamente, lo puso en venta por apenas 800 euros en una página web. Fue entonces cuando descubrió el número de registro, ató cabos y recibió las primeras ofertas. El departamento de Isère (este), donde se ubica el museo del músico, acabó desembolsando 55.000 euros -restauración y transporte incluidos- para hacerse con el piano.