Casi cinco meses después de la apertura del nuevo edificio del Museo de Bellas Artes de Asturias, en Oviedo, su fachada continúa "adornada" por cables, visibles en el exterior de Rúa -uno de ellos incluso cruza la calle- y también en la plaza de la Catedral. Los cables, según fuentes del Ayuntamiento de Oviedo, son de Telefónica y HC.

Inicialmente, el plan, según las mismas fuentes, era ocultarlos desde la iglesia de San Tirso hasta la arqueta de la fachada de Rúa. Ambas empresas solicitaron permiso para acometer las obras, pero el Ayuntamiento lo denegó porque mantiene un pleito con la empresa constructora, Sedes, al no ejecutar como se había acordado obras de reparación de los desperfectos en las baldosas y el suelo del entorno de los edificios en los que se hicieron las obras.

Ante la negativa municipal, HC lo resolvió levantando acta notarial del estado del cableado, con el objetivo de poder realizar la obra pese al pleito municipal; pero Telefónica no utilizó este recurso.

Fuentes de Telefónica declararon a LA NUEVA ESPAÑA que el cableado "es provisional" y que "no va a quedar a la vista". Por su parte, desde la Consejería de Cultura remitieron a esta compañía. "Compete a Telefónica", dijeron a este diario. El edificio, obra del arquitecto Patxi Mangado, se inauguró el pasado mes de mayo y en agosto, mes en el que recibe más público, tuvo casi 13.000 visitantes.