El "Homo naledi", el más reciente aspirante a convertirse en el tronco de la humanidad, estaba a medio camino entre la vida arborícola y la bipedestación completa. El estudio de los fósiles hallados en Rising Star, una cueva sudafricana a 40 kilómetros de Johannesburgo, 1.500 piezas correspondientes a 15 individuos, muestra que eran capaces de trepar a los árboles, pero también de caminar y realizar manipulaciones manuales precisas. Éstas son las conclusiones que revelan dos estudios publicados por la revista británica "Nature Communications", la "hermana pequeña" de una de las principales publicaciones científicas de referencia.

Ambas investigaciones analizan en detalle la estructura y función de la mano y el pie del "Homo naledi", una nueva especie de homínido que tiene rasgos de Australopithecus y que sus descubridores defienden como el ejemplar más antiguo del género Homo. Aunque todavía no existe una datación fiable, su antigüedad rondaría los 2,5 millones de años.

El primer estudio describe la anatomía de la mano de esta nueva especie "Homo naledi" a partir del análisis de unos 150 huesos. "La mano de 'naledi' tiene en común con los neandertales y con los humanos modernos un pulgar largo y robusto y la arquitectura de la muñeca", explican los autores. Pero los huesos de los dedos "son más largos y curvados", lo que sugiere que usaban la mano para "moverse y para trepar a los árboles". Además, tenía capacidad para "la manipulación precisa y enérgica necesaria para manejar herramientas".

El segundo estudio detalla el pie del "Homo naledi" a partir del análisis de 107 piezas, entre ellas un pie "bien preservado", y revela que también comparte muchas características con el de los humanos modernos, lo que demuestra que estaban "bien adaptados para estar de pie y caminar erguidos".