El circo mágico de "Els Comediants" y su director Joan Font se sumó a un plantel excelente de cantantes y la décima gala de entrega de los Premio Líriros Teatro Campoamor se convirtió en un espectáculo maravilloso. El público se divirtió y aplaudió a rabiar. La fiesta empezó antes de las nueve de la noche en la calle, con la Banda de Música Ciudad de Oviedo, dirigida por el maestro Vigil y acabó en el zaguán del coliseo con la banda, de nuevo, tocando el brindis de "La Traviata" y los aficionados comiendo trozos de tarta.

La orquesta Oviedo Filarmonía , con el maestro Conti, rompió el fuego tocando la obertura de "Candide", de Bernstein. El maestro pastelero Jacinto Rama, de la confitería "Jarama" de Oviedo, empezó a elaborar en el escenario la tarta de cumpleaños y así estuvo toda la velada. Y después, los presentadores Borja Quiza, barítono y Silvia Vázquez, soprano, cantaron "La Nina gondoliera" y "Io son ricco, e tu sei bella" de "L'elisir d'amore", de Donizetti. Un ilusionista pobló las tablas de personajes y empezó la entrega de premios. A la cantante revelación, para Ruth Iniesta, que cantó muy bien "Je suis Titania la blonde", de Ambroise Thomas.

Premio mejor nueva producción de ópera española o zarzuela para "El terrible Pérez", de Torregrosa y Valverde. El compositor Antón García Abril, presidente de la Fundación Guerrero, recogio el pemio entre juegos de manos y el coro Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo cantó "Aunque soy de la Mancha", de Barbieri con gran calidad.

Premio mejor cantante masculino de ópera a Gregory Kunde. Se atrevió con el pasaje, considerado revienta tenores, de "Pagliacci". Menuda ovación.

Silvia Vázquez actacó de "Dinorah", "Ombra leggera", de Meyerbeer. Gran ovación.

Premio contribución al mundo de la lírica y Premio especial del Jurado para la Fundación Teatro Villamarta de Jerez. Quiza y el coro cantaron la "Canción de la borrachera", de Barbieri.

Y llegó otro premio fuerte. A la mejor cantante femenina de ópera a Joyce Didonato. Dio las gracia a través de un video ya que le fue imposible asistir a la gala.

El premio a la mejor nueva producción fue, ex aequo, para "El castillo de Barbazul" de Béla Bartók -recogió el galardón Juan García Codne, vicepresidente de Ópera de Oviedo- y para "Otello", de Verdi que recibió Oriol Aguilá Vila, director del Festival Castell de Peralada.

Quiza de nuevo al quite "O vin dissipe la tristesse", de "Hamlet". Ambroise Thomas. Y de "El Cascanueces" la "Danza del Hada de Azúcar", de Chaikovski. Bien por la orquesta. Premio mejor dirección de escena a Laurent Pelly. Recogió el galardón Sally Donegani. Y Premio mejor cantante de ópera española o zarzuela para Nicola Beller Carbone. Entro por el patio de butacas, borracha perdida para cantar de "La Périchole", "Ah! Quel diner je viens de faire" de Offenbach. Y después, tras una mágica recuperación "Es gibt ein Reich" de "Ariadne auf Naxos," de Strauss. Formidable. El coro, también desde el patio de butacas amagó con Wagner y cantó el burlesco "El menú", de Carl Friedrich Zöllner. Ovación.

Premio mejor dirección musical a Michel Plasson pero, ay, hace apenas unos días rompió un brazo y una pierna. Recogió la distinción -como todas entregada con juegos de ilusionismo- su representante Beatrice Altobelli. Premio mejor recital o concierto lírico a Bryn Terfel. Cantó con la pianista Irene Alfajeme dos lied maravillosos. Y, en fin, Premio especial a toda una carrera a Fiorenza Cossotto. La banda de niños de Divertimento entró por el patio tocando la suite "Passerella di addio", de Nino Rota y le dio el premio. El brindis de "La Traviata", de Verdi, "Libiamo ne lieti calici", cerró la fiesta con la tarta completada, confetis para todos, aplausos encendisos, mucha diversión y éxito superlativo.