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"Braindead": Aliens en el Capitolio

Los creadores de "The Good Wife" vuelven con una comedia política con una dosis de ciencia ficción

Mary Elizabeth Winstead. CBS

A apenas dos meses de las elecciones a la Casa Blanca en Estados Unidos, las apariciones de los dos candidatos, Hillary Clinton y Donald Trump, son cada vez más agresivas y el cruce de acusaciones más virulento. Pero€ ¿Y si en realidad Trump ya no fuese ese millonario mediático y controvertido y Hillary esa exsecretaria de Estado que tanto se repiten en televisión? ¿Y si hubiesen sido poseídos por diminutos seres del espacio exterior que conspiran para tomar nuestro planeta a través de una guerra política? Quizás entonces las ocurrencias de Trump ya no nos parecerían tan descabelladas€ Esta alocada idea es la que nos propone la serie "Braindead", una de las sorpresas más refrescantes que nos ha traído el universo seriéfilo este verano.

Un meteorito cae a la tierra y es trasladado a Washington para que lo analicen. Con tan mala suerte de que coincide con un cierre del Gobierno y nadie lo vigila cuando de su interior emergen unos minúsculos seres, muy similares a hormigas, que se adentran en los cuerpos de miembros destacados del partido republicano y demócrata convirtiéndolos en auténticos extremistas. No desvelaremos el proceso de radicalización que sufren los personajes para no espantar a los más delicados de estómago, aunque el título de la serie puede dar alguna pista. Detrás de "Braindead" (que traducido sería algo como "muertos cerebrales") están Michelle y Robert King, creadores de "The Good Wife", dos conocedores de la política americana que nos muestran una realidad disfrazada de ciencia ficción. Mary Elizabeth Winstead ("Scott Pilgrim contra el mundo" o la reciente "Calle Colverfield, 10") protagoniza esta historia en la que encarna a Laurel Healy, una idealista realizadora de documentales, hermana de Luke (Danny Pino, visto en "Caso abierto" o "Ley y orden"), un senador demócrata con aires a John Kennedy. Ella descubrirá esta plaga alienígena que, sorprendentemente (o no), pasa desapercibida en el día a día de Washington. Mención aparte merece el secundario Tony Shalhoub, quien logra que el senador republicano Red Wheatus nos parezca tan odioso como divertido. A través de Wheatus, los extraterrestres invasores van engrosando sus filas, sin discriminar entre republicanos y demócratas, y creando un ejército (o, en jerga del capitolio, "grupos de presión") de políticos y votantes radicales que intentan aumentar el enfrentamiento entre republicanos y demócratas hasta que la situación explote ? en algún caso, literalmente. Como guinda, les garantizo que tras ver los primeros capítulos, tararearán a todas horas la música que la acompaña, ya que se mete en la cabeza de uno del mismo modo que los pequeños alienígenas devora cerebros que la protagonizan.

Los creadores de esta comedia disparatada aseguran que plantearon la trama antes de que se supiese quiénes iban a ser los aspirantes a la Casa Blanca. No obstante, uno no puede evitar pensar que la ficción no dista tanto de la realidad. ¿Estaremos realmente controlados por seres del espacio exterior? Puede que sea la explicación más cuerda para entender esta situación.

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