El presidente del Principado y presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, expresó ayer su preferencia personal a que, en el caso de que el comité federal del mañana domingo acuerde la abstención de los socialistas en la investidura de Mariano Rajoy, esta se produzca en la segunda votación. Y que en la primera, el grupo parlamentario del PSOE "demuestre nuestro rechazo a las políticas del PP". Por si los populares tenían en mente cierta docilidad de los socialistas, advirtió a Rajoy de que si quiere gobernar con estabilidad "debe buscársela en otros lugares" y consideró difícil que el PSOE vaya a respaldar el proyecto de Presupuestos Generales de los populares. "Es muy difícil que el PSOE vaya a apoyar, yo no veo en este contexto unos presupuestos del PP", indicó Fernández en una entrevista radiofónica.

Si para Javier Fernández las últimas semanas de atención pública como presidente de la gestora del PSOE han sido un incómodo lance, la jornada de ayer el presidente del Principado se convirtió en el epicentro político: entrevistas durante toda la mañana e interpretación de cada gesto o mirada cruzada con Felipe VI. La jornada de entrega de los "Premios Princesa" tuvo alto voltaje político ante un fin de semana clave para los socialistas. El comité federal, que se celebra el domingo y que precisamente ha sido pospuesto hasta el último momento por la apretada agenda de Fernández con la ceremonia de los Premios, volverá a ser escenario de la división que sacude a los socialistas.

A preguntas de los periodistas, Javier Fernández se refirió a cómo va a desarrollarse la sesión del comité, aunque algunos detalles no dependen de él. "No quiero hacer pronósticos", dijo, pero sí reclamó que "haya una deliberación y un debate profundo, serio, respetuoso y sereno; es decir, lo que no tuvimos en el anterior comité".

El presidente de la gestora quiere que el partido afronte con calma la discusión, aunque los partidarios de una abstención -que allane la investidura de Rajoy para evitar unas terceras elecciones que serían catastróficas para los socialistas- dan por hecho que tienen claramente la mayoría de los participantes del cónclave. Algunas estimaciones creen que la abstención obtendría más del 60 por ciento de los votos.

Pero Fernández, que siempre se ha esmerado en mantenerse equidistante como presidente de la gestora -aunque no ha ocultado sus opiniones personales-, no quiso hacer quinielas. Reclama debate y tranquilidad: un punto de inflexión respecto al tenso comité del pasado 1 de octubre, que llevó el partido al borde de la ruptura.

"Sin duda el PSOE cometerá errores, pero serán errores nuevos, porque los que hemos cometido no los vamos a repetir", dijo Fernández, quien en una de las entrevistas radiofónicas llegó a reconocer que la situación "se enquistó" porque algunos dirigentes, entre los que se incluye, no tuvieron suficiente "voluntad o coraje".

¿Decidirá el comité una abstención de parte de los diputados? Fernández fue claro. El comité federal se limitará exclusivamente a decidir la posición que el grupo parlamentario debe tomar en la investidura de Rajoy. Es decir: el cónclave de mañana del PSOE dictaminará una posición que tendrán que acatar los diputados, y será una de la perversa dicotomía a la que se enfrentan los socialistas: no a Rajoy y terceras elecciones, o abstención.

"Se deliberará, debatirá y saldrá una decisión, y a partir de ahí hablaremos", indicó el presidente asturiano. El resto de cuestiones se verá después. Incluso, si alguien quiere plantear una "abstención técnica" podrá expresarlo en el Comité Federal del próximo domingo.

Pero Fernández quiso dejar claro que si Rajoy consigue finalmente la investidura no tendrá un cheque en blanco. De primeras, que no cuente con el respaldo del PSOE para los presupuestos. Si el PP quiere gobernar con estabilidad "debe buscársela en otros lugares políticos". Y Fernández cree "muy difícil" que el PSOE apoye las cuentas. "No lo veo en este contexto", señaló. Aunque es pronto para aventurar si el grupo parlamentario del PSOE presentará una enmienda a la totalidad, Fernández sí recordó que "eso es lo que suele ocurrir".

El presidente de la gestora recalcó que incluso expuso él mismo a Mariano Rajoy la diferencia que existe entre investidura y estabilidad para gobernar. "El PSOE, en su caso, puede aportar la investidura pero la estabilidad Mariano Rajoy debe buscársela en otros lugares políticos, que los hay", insistió, sin que esta posición invalide el hecho de que el PSOE seguirá siendo un interlocutor en "las cuestiones de Estado".

¿Y para cuándo el congreso que reclaman ya los partidarios de Pedro Sánchez? Ese es el debate que volverá a tensar al partido después del domingo. Fernández no quiso ponerle fecha. Ni tan siquiera si será extraordinario u ordinario, ya que el ordinario lleva ya un año de retraso. No quiere retrasar la convocatoria, pero admitió que hay que "serenar un poco las aguas en el partido", con el objetivo de que el congreso no sólo debata programa y acción política sino que también sea el nacimiento de un nuevo liderazgo entre los socialistas.