Las cenizas de Gil Parrondo ya descansan ante uno de los decorados naturales más hermosos de Asturias: la vista que se disfruta desde el cementerio de Luarca. Los restos del escenógrafo luarqués que ganó dos Oscar de la Academia de Hollywood y cuatro premios Goya forman ya parte del panteón de hombres ilustres del concejo valdesano, en un camposanto privilegiado por su hermoso emplazamiento y donde también se encuentra la tumba el premio Nobel Severo Ochoa.

La luz del occidente y el blanco de Luarca acompañarán el eterno descanso del luarqués que diseñó los mejores decorados del cine español y norteamericano. La firma de su genio puede verse en películas como "Lawrence de Arabia", "Doctor Zhivago" o "Patton", o en casi toda la filmografía de José Luis Garci. Las cenizas de Parrondo fueron introducidas en el panteón después de un emotivo oficio religioso en la iglesia parroquial de Luarca, al que asistió su familia y sus amigos más cercanos.

Fallecido a los 95 años, su hija Inmaculada comentaba que, pese al dolor de la pérdida, todos estaban contentos por la larga vida que había tenido su padre. "Siempre no había dicho que no se iba a ir joven". Su hijo Alberto comentaba que no había un lugar más hermoso que Luarca para depositar las cenizas de Gil Parrondo. A la ceremonia asistieron el consejero de Cultura, Genaro Alonso, y su viceconsejero, Vicente Domínguez, quienes destacaron la talla mundial del escenógrafo asturiano fallecido y su enorme aportación a la historia universal del cine. Estuvieron presentes tres de los cuatro hijos del escenógrafo, Ana, Inmaculada y Alberto, así como tres nietas, Isabel, Carlota y Elena. Ellas destacaban que su abuelo había sido "el mejor del mundo" pues siempre las dejaba pintar en su estudio y se entretenía con ellas dibujando.