El juez estadounidense Thomas Rueter, de la corte de Filadelfia, ha ordenado a Google entregar al FBI, la Oficina Federal de Investigación de los Estados Unidos, una serie de correos electrónicos de usuarios que están almacenados fuera del país. Un mandato divergente respecto a la sentencia de un tribunal federal de apelaciones, que llegó a la conclusión opuesta en un caso similar que involucra a Microsoft.

El FBI había reclamado acceder a estos correos electrónicos, alojados en un servidor localizado fuera del país, en el marco de una investigación por un caso de fraude nacional. El magistrado alega que la recuperación de esos correos para su revisión por parte del FBI no constituye ninguna infracción, algo que sólo sucedería en el caso de que el contenido de esos correos se divulgase dentro de los Estados Unidos.

Google ha anunciado que recurrirá la decisión del juez, alegando además que se aparta de un precedente, en alusión al proceso que involucró a Microsoft.