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Fleming, Messi y los pelos de las manos

Éxito total del primer "Club de la Ciencia", una sesión de monólogos de investigadores y profesores asturianos que impactaron en un teatro abarrotado

José Manuel Montejo, durante su monólogo en el teatro Filarmónica. MIKI LÓPEZ

Éste es el país más acientífico del mundo. El único lugar del planeta donde decimos que Fleming descubrió la penicilina por casualidad y que Messi avanza inteligentemente por la banda.

El ejemplo, puesto anoche por el periodista Pachi Poncela, presentador de la gala "El Club de la Ciencia" en el teatro Filarmónica, en Oviedo, pone en situación del terreno de juego en el que nos movemos. El propio Poncela se reconoció un tipo acientífico, además de alopécico y amorfo. Pero, amigos, en este país del "que inventen ellos", los espectadores que acudieron al teatro para escuchar diez monólogos sobre ciencia (de los rayos X y los cannabinoides a la flora intestinal, la energía solar y los derivados del carbón) llenaron el aforo.

Poncela planteó preguntas: ¿disentir mucho acaba produciendo disentería? ¿O cómo es eso de que cuando llueve baja el precio de la luz? ¿O hay alguien que pueda explicar por qué no nos salen pelos en la palma de las manos? Ahí quedan para próximas ediciones.

Porque está claro que habrá próximas ediciones. Se lo merece un público que fue capaz de corear la melodía de la canción "Cómo te atreves a volver", del grupo "Morat", con letra sobre la tabla periódica de elementos.

La sesión empezó con fuerza, la que le dio el químico José Manuel Montejo, profesor e investigador de la Universidad de Oviedo. Diez minutos para hablar de Marie Curie, "mujer orquesta que condujo ambulancias, sabía de mecánica, hablaba cinco idiomas, era una gran ciclista y experta realizando radiografías" y, además, ganó dos premios Nobel.

Todo el mundo sabe quién es Marie Curie (quizás es una afirmación demasiado optimista), pero casi nadie sabe quién fue Mónico Sánchez Moreno, un genio nacido en un lugar de La Mancha llamado Piedrabuena (Ciudad Real). Mónico fue el precursor del móvil, inventó un aparato que se quemaba a los pocos minutos de hablar, pero su gran aportación fue el equipo portátil generador de rayos X, que adquirió el Ejército francés e instaló Marie Curie en sus ambulancias de guerra. El equipo Rayos X Sánchez "se vendió como churros en hospitales de todo el mundo".

La filóloga Alejandra Moreno pidió rebelarse contra la Historia que nos venden, "la de los sujetos blancos y masculinos". Hay que leer "a contrapelo", desmontando tópicos, "dando voz a los silencios".

Eva Martínez Pinilla se refirió a los efectos positivos de los cannabinoides, comenzando por la marihuana, de uso ancestral. Los efectos negativos los tenemos más asumidos.

Y Borja Sánchez reivindicó ese mundo invisible y millonario que conforma nuestra flora intestinal, una selva que nos mantiene vivos.

El médico Sergio Calleja contó la asombrosa historia del noruego Fridtjof Nansen, aventurero de los hielos del Norte y científico que se adelantó a Ramón y Cajal en la descripción de las neuronas.

Marta Alonso invitó a viajar a través de la luz y a conocer de cerca las entrañas de los microscopios desde aquel primer aparato inventado en 1608 por el holandés Zacharias Janssen.

La investigadora del Incar Teresa Valdés habló del carbón, sus derivados y sus usos, desde los pintores del Paleolítico hasta el grafeno. "Yo espero un futuro negro, pero porque esté lleno de materiales de carbono", dijo.

El director de la Politécnica de Gijón, Juan Carlos Campo, centró su intervención en la energía solar. Hablemos de tamaño: "Si el Sol es un balón de fútbol, la Tierra tendría el tamaño de la mitad de un grano de arroz". Y estamos muy muy lejos. "Pero en diez metros cuadrados de paneles solares, en una hora de sol llegaría tanta energía como para cubrir las necesidades de una familia durante un año".

Dicen que la energía solar es cara. Mentira, alega Campo. Y será más barata cuando la técnica permita aprovechar mejor los fotones.

La sesión finalizó con Javier Cristobo, director del Centro Oceanográfico, con su charla "El tamaño ¡claro que importa!... en los animales marinos", y el geólogo Luis Miguel R. Terente, con "El oro invisible". En primer fila estaba el Rector, Santiago García Granda.

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