La figura del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha salido reforzada de la última asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), en la que resultó elegido para formar parte del "gobierno de los obispos", el comité ejecutivo, del que entra a formar parte por primera vez.

Distintos medios especializados subrayan la importancia de la entrada de Sanz Montes en el comité ejecutivo de la CEE de cara a su proyección en los próximos años y después de haber ostentado -en un nivel inferior, el de la comisión permanente- el cargo de secretario de la comisión episcopal para la vida consagrada desde el año 2000 en sucesivas reelecciones.

La asamblea plenaria de los obispos españoles, que ha supuesto la reelección de monseñor Ricardo Blázquez al frente de la Conferencia, terminó ayer y en esa jornada dos asturianos cobraron protagonismo, ambos vinculados a un sector más moderado de la Iglesia española. El encuentro entre prelados se dedicó a la renovación de los cargos de la comisión permanente. Una de las novedades fue la entrada en este órgano del asturiano Juan Antonio Menéndez, obispo de Astorga, que se hará cargo de la comisión de migraciones. Otro asturiano, el cangués Atilano Rodríguez, ha sido elegido para como responsable de la comisión de Pastoral Social.

El arzobispo de Asturias, Sanz Montes, también forma parte de esa comisión permanente junto con el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez el vicepresidente, Antonio Cañizares; el secretario general, José María Gil Tamayo; el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella; el de Zaragoza, Vicente Jiménez Zamora, y el de Madrid, Carlos Osoro, recientemente nombrado cardenal por el Papa Francisco.

Precisamente, Osoro, que anteriormente ocupó la diócesis ovetense, se presentaba como uno de los grandes favoritos a relevar a Blázquez al frente de la Conferencia Episcopal por su identificación personal con Bergoglio, que apoda a Osoro "El peregrino". Blázquez obtuvo 52 de los 78 votos, el conservador Cañizares 20 y Osoro, 4.