El jardín funerario de hace 4.000 años hallado por un equipo de arqueólogos españoles en la colina de Dra Abu el-Naga, en Luxor (Egipto), conserva multitud de semillas "en perfecto estado", que, a la espera de un análisis, podrían ser de cilantro, berenjena, cebolla o melón. El descubrimiento de este jardín funerario se dio a conocer anteayer en El Cairo y ayer el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha ofrecido más detalles sobre el mismo que, además de confirmar las costumbres funerarias en el antiguo Egipto, abre una pequeña ventana a la botánica y medio ambiente de la antigua Tebas. Por las representaciones en las paredes de las tumbas, los investigadores sabían de la existencia de este tipo de jardines, pero nunca antes se había encontrado. Se habían descubierto otros dos en Amarna y Nubia, pero posteriores en el tiempo y no relacionados con rituales funerarios.