"Las lluvias vienen y van, pero la poesía permanece. Y la luz del sol permanece también, a veces". En la calle llovía, a lo mejor no sólo literalmente, y Adam Zagajewski participó en el juego de composición colectiva de un poema en su honor dejando de su puño y letra ese verso de esperanza y autoafirmación poética. El poeta polaco, premio "Princesa de Asturias" de las Letras, escribió a mano y en inglés, en la biblioteca pública Ramón Pérez de Ayala, en Oviedo, para jugar al "cadáver exquisito", una técnica de poesía creativa cultivada por los surrealistas del siglo pasado que compone un gran poema colectivo con un verso por persona.

En Oviedo, esta semana, el experimento está en un gran rollo de papel que corre a medida que los participantes lo llenan de versos y en su parte, justo antes del premiado, Ana González, enfermera, había escrito "Soledad, soledad, cuándo dejarás de ser maldita para ser una compañera de viaje".

Inmediatamente después de ella escribió Zagajewski, a quien la directora de la biblioteca, Milagros García, hizo socio y "así puedo volver", celebró el poeta con una sonrisa y el carnet de lector en la mano. García y la directora de la Fundación Princesa, Teresa Sanjurjo, le invitaron a sentarse en el despacho de Leopoldo Alas, "Clarín", reproducido en la tercera planta, a hojear el manuscrito de "La Regenta" en la mesa original del novelista. Conoció allí la obra, preguntó por el año de edición y la época que retrata, bromeó con la ausencia de ordenadores en la réplica del estudio del literato y antes de salir se llevó junto al carnet de socio una postal caligrafiada con el verso en el que deja constancia de que las nubes de ayer se irán y van a volver, pero siempre quedará la poesía.

Fue la lluvia la que hizo pasar el acto, previsto inicialmente en la plaza de la Escandalera, al refugio bajo techo de la biblioteca Pérez de Ayala, donde su directora agradeció la segunda visita al edificio de un Princesa de Asturias de las Letras. Así, celebra, se eleva "el reconocimiento social" de la institución y se retroalimenta el conocimiento, Zagajewski conoce "La Regenta" y "nosotros sabemos más sobre su tierra". Queda dicho, ahora que es socio de la biblioteca, "si algún día nos quiere pedir la novela o cualquier otro libro o documento relacionado con Asturias, será un placer enviárselo".