La Comisión Artística de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA) aconsejó, hace quince meses, que no se prorrogase el contrato a Rossen Milanov, director titular de la formación. Una petición que se sustanció en un informe, al que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA, en el que se achaca al búlgaro no tener "un proyecto consistente o ilusionante para la orquesta". Rossen Milanov ha renovado su vínculo con la OSPA cara a la temporada 2018/2019.

La Comisión Artística, formada por cinco profesores instrumentistas de la orquesta, tiene por fin "ayudar a la consecución la consecución de un mejor nivel musical y artístico de la OSPA", según figura en el convenio colectivo de la formación. En su informe de marzo de 2017 se concluye que "no existen suficientes motivos" para prorrogar el contrato de Milanov, en un juicio que, precisan, "no entra a valorar la capacidad artística del maestro, sino su relación laboral y artística con la OSPA".

Los miembros de la Comisión Artística achacan a Milanov el diseño de una programación anual "un tanto ilógica", y de que "en demasiadas ocasiones buenas ideas se abandonan por dejadez o falta de trabajo en el desarrollo de las mismas". Además, consideran que la programación educativa "está un tanto olvidada" y que se aprecia "poca preocupación por la calidad de los conciertos que se ofrecen a los niños".

En lo relativo a las relaciones con los músicos, la Comisión Artística afirma que Milanov ha mostrado "poca implicación" en "mejorar la calidad artística de la orquesta y en solucionar los problemas técnicos que van surgiendo", así como en "solucionar los problemas laborales o sociales de la orquesta", estimando además que el director "rehuye el conflicto".

"Durante este tiempo la relación con la orquesta ha pasado por muchos altibajos y se ha ido deteriorando; algunas actitudes del director, como la cancelación de ensayos para atender otros compromisos, dan la sensación a la orquesta de estar en un segundo plano en la carrera del maestro Milanov", estiman los músicos, que afirman que estas situaciones provocan "desánimo y frustración" en el seno de la formación. Además, consideran que Milanov tiene "poca relación con la región", y que ha mostrado un "escaso conocimiento y poco interés" por conectar con la cultura o las instituciones asturianas.

Bajo la batuta del maestro búlgaro, la Comisión Artística considera que la OSPA carece de una "falta de proyecto a largo plazo", sin un "plan estratégico que perfile el tipo de orquesta que queremos llegar a ser".

Este informe se presentó en el Consejo Rector de la OSPA en el mes de junio del año pasado, y posteriormente la gerente Ana Mateo, acompañada por dos representantes de los músicos, se reunió con el viceconsejero de Cultura, Vicente Domínguez, para analizar la continuidad del director. Fuentes próximas a la formación señalan que, en ese encuentro, Domínguez rehusó intervenir y dejó la responsabilidad en manos de la propia orquesta.

En febrero de este año, cuatro de los cinco miembros de la Comisión Artística presentaron su dimisión de manera irrevocable. Según consta en el resumen de la reunión del Consejo Rector de la OSPA del pasado 8 de junio, las razones de esa renuncia "son los continuos desacuerdos en cuestiones artísticas, así como la nula incidencia de las aportaciones y sugerencias" emitidas por la comisión. Entre ellas, la "ausencia de respuesta respecto al informe realizado en relación al Director Titular".

El Comité de Empresa de la OSPA había convocado una asamblea para el pasado 12 de junio para "estudiar la situación actual de la orquesta". Una reunión que se convocó tras nueve años sin asambleas en la formación y en la que, según diversas fuentes, se iba a debatir sobre la situación de Milanov. Esa asamblea se aplazó al 22 de junio, mañana, para que los miembros del Comité de Empresa pudieran mantener previamente una reunión con el Viceconsejero de Cultura, programada inicialmente para hoy.

En la tarde de ayer, LA NUEVA ESPAÑA contactó con la gerencia de la formación para preguntarle por la asamblea y por la situación de Milanov. Tras consultar a la Viceconsejería de Cultura y al comité de empresa, la gerente informó a este periódico de que el órgano de representación de los trabajadores había decidido cancelar la asamblea. Al cierre de esta edición, los músicos no habían sido informados de la cancelación por medio de un correo electrónico, cómo sí había ocurrido en las ocasiones anteriores. Otras fuentes señalaron que el comité de empresa seguía debatiendo sobre la convocatoria.