La obra del artista murciano Lidó Rico es atractiva pero inquietante. O es atractiva porque es inquietante. Su exposición "Nature Connection" fue inaugurada ayer en la sala del Edificio Histórico de la Universidad y se compone, entre otras cosas, de cerebros. A tamaño natural, o sea, pequeños, para controlar la vanidad humana aunque aquí la talla importa menos.

Muchas cabezas, moldes de la del propio artista, con expresiones siempre al límite. "Trabajo con mi cuerpo desde hace treinta años. Los que están en las paredes soy yo".

Los moldes de cerebro no son réplicas del suyo, en sentido estricto, pero Lidó Rico (Yecla, 1968) sí ha trabajado con cerebros reales, apoyado por neurocientíficos.

"Se trata de cosificar el cerebro para investigar sobre el ser humano. Esta exposición está llena de piezas para reflexionar porque hay que aprender a mirar, todo está diseñado para que no miremos", dijo el artista que estuvo acompañado en el acto inaugural por el vicerrector de Extensión Universitaria, Francisco José Borge.

Sin complejos

Las explicaciones de Rico no dejaron indiferentes a quienes le escucharon contar su trabajo con material biológico, con cerebros de pollos y ojos de ratas, que se conservan entre resinas. Allí están pero no producen ascos. El material, propio de desecho en los laboratorios, se convierte en parte de una propuesta artística a la que su autor aconseja "mirar sin complejos".

Señala el artista murciano que le interesa la naturaleza, pero sobre todo la humana. Una serie de "cuadros" en negro y grises, están surcados de huellas del propio artista, con las uñas, con el rostro, con las manos y los codos.

Arte rompedor y vanguardista, lo calificó el vicerrector Borge. Lidó Rico matizó que "el arte contemporáneo no puede ser decorativo, debe ser un espejo en el que poder mirarse".

Un arte "terapéutico" para "que nos haga mejores personas". Lo seremos si indagamos en nuestra esencia y reflexionamos sobre ella. "La vamos perdiendo en esta sociedad nuestra, estamos plastificados", lamentó el artista plástico, feliz porque su trabajo en torno a la "maquinaria del pensamiento" encuentre acomodo en la sala de exposiciones de la Universidad, "un entorno especialmente bello". La muestra se puede visitar hasta el próximo 18 de agosto, con apertura durante todos los días.