Aparecen en Asturias diversos vestigios (huesos y huellas) de los mayores dinosaurios carnívoros de Europa. Así se ha publicado en la prestigiosa revista científica electrónica Peer J, dedicada a difundir los últimos descubrimientos en los campos de la biología, medicina y ciencias ambientales, en un artículo firmado por el conocido especialista alemán en dinosaurios Dr. Oliver Rauhut del Museo de Paleontología y Geología del Estado de Baviera (Munich), en colaboración con investigadores del Museo del Jurásico de Asturias (MUJA).

La publicación está enfocada a dos aspectos diferentes: por un lado, a la descripción de una vértebra de gran tamaño de un dinosaurio terópodo perteneciente a la familia Megalosauridae que habitó en Asturias durante el Jurásico Superior; y por otro, al estudio de diversas huellas de pisada de dinosaurios carnívoros (siete en total) de proporciones también extraordinarias.

El material óseo procede de los acantilados de la parte oriental de la playa de Vega (Ribadesella) y está representado por una vértebra caudal de la parte anterior (la segunda o la tercera) perteneciente al mayor dinosaurio carnívoro conocido hasta ahora en Europa, con una longitud superior a los 10 metros. El ejemplar pertenecía probablemente a un Torvosaurus o Megalosaurus, no es posible precisar más, dos de los depredadores de mayor envergadura de la segunda mitad del Jurásico. El tamaño de la vértebra es tan sólo ligeramente inferior a la que poseía en idéntica posición el Tyrannosarus rex del Cretácico Superior de Norteamérica.

En el mismo nivel de donde procede el ejemplar óseo aparecieron además un diente de terópodo, restos vegetales, fragmentos de tortugas, dientes de cocodrilos, otra vértebra caudal (en este caso de un saurópodo) y varias huellas de pisada de dinosaurios cuadrúpedos.

El yacimiento representa parte del cauce de un antiguo arroyo jurásico excavado durante un periodo excepcional de lluvias torrenciales dentro de un clima cálido y semiárido que arrastraron y concentraron los fragmentos óseos de los reptiles mencionados. Las aguas que discurrían por dicho arroyo procedían a su vez de la recarga durante el periodo de intensas lluvias de un manantial próximo, situado al pie de un relieve calcáreo del Jurásico Inferior, elevado a causa de una falla.

La pieza, que forma parte de la colección del MUJA, se exhibe actualmente en una de las vitrinas destinadas al Jurásico de Asturias.