Pandora Mirabilia se autodefine como una cooperativa de trabajo formada por mujeres con mirada feminista e interdisciplinar. Su nombre nace al darle la vuelta al mito griego de la primera mujer creada por Zeus, al considerar que no abrió la famosa caja para sembrar el mundo de tragedias, sino "para liberar la mirada de prejuicios sexistas, racistas y clasistas" y ese es, al final, el propósito de sus numerosas acciones, entre las que destaca "Un cuento propio". Este proyecto de audiocuentos infantiles pretende visibilizar la aportación de las mujeres a la historia de este cansado planeta para convertirlas en referentes de los más pequeños y que ha llegado a las librerías de la mano de la editorial Takatuka y de la escritora Camila Monasterio, compositora de la banda sonora de esta producción, realizada por Santiago Mijarra, y coautora de los relatos.

Las protagonistas de esta obra bellamente ilustrada por Irene Cuesta no son las más conocidas, ya que estamos ante unos textos que repasan las vidas y sobre todo los logros de cinco heroínas arrinconadas, como tantas veces, en el fondo del cajón de la historia y cuyas figuras van siendo cada vez más reivindicadas. Mujeres de un valor y una fortaleza sobrehumanos como es el caso de la estadounidense Harriet Tubman, nacida como esclava en 1822 en una plantación de Maryland, de la que se escapó en 1849 para convertirse en una activista y luchadora incansable que ayudó a alcanzar la libertad a varios familiares y amigos a través del Ferrocarril Clandestino, una red abolicionista que facilitaba a los fugados llegar hasta el norte de los Estados Unidos, zona donde se alzaban las voces contrarias a la esclavitud. Una mujer incombustible que también participó en el movimiento para lograr el voto femenino y cuya lucha enlaza con la referencia española de entonces, la gallega Concepción Arenal, una mujer pionera del feminismo patrio muy vinculada a Asturias, donde estuvo viviendo, que transgredió todas las normas patriarcales de la época en busca de la igualdad, hasta el punto de estudiar Derecho acudiendo a las clases como oyente disfrazada de hombre. Arenal fue una gran reformadora cuya sensibilidad siempre estuvo al lado de los más débiles, como los delincuentes presos en lamentables condiciones (fue la más famosa visitadora de cárceles de aquel periodo) o las mujeres sin acceso a la educación, la inmensa mayoría.

Este libro consigue darnos una mirada globalizadora sobre la lucha femenina, pues recorre varios puntos del orbe, ya que, además de las ya mencionadas, se para en la fascinante historia de la india Gaura Devi, quien organizó a las mujeres de su aldea para abrazar e impedir la tala de los árboles del bosque de Reni, cuya subasta anunció el Gobierno en 1947. Consiguió la protección de la zona para diez años e inició así el movimiento Chipko (palabra hindi que significa "abrazar"), referente del ecologismo que intentó hacernos ver que los recursos de la Tierra no pueden quedar sepultados bajo los beneficios de las grandes corporaciones.

Las otras protagonistas que aparecen en esta obra son la iraquí Alia Muhammad Baqer, directora de la Biblioteca Central de Basora, quien durante la ocupación estadounidense de 2003 y ayudada por sus vecinos, consiguió trasladar y salvar de los bombardeos el valioso fondo bibliográfico o las integrantes del colectivo boliviano "Mujeres creando". Éstas, a través de acciones artísticas callejeras, intentan trasladar a la sociedad un mensaje que ayude a superar la falsa pero impuesta inferioridad de unas mujeres que ahora saltan a primera línea al son de pegadizos ritmos.