La "Fuenteovejuna" que estrenó el domingo la Ópera de Oviedo en el Teatro Campoamor es un claro ejemplo de que el teatro clásico está más vivo que nunca. "Es un momento mágico para lo clásico en el teatro, algo fascinante para nuestra generación, hay gran calidad. Es el momento de los grandes clásicos del futuro", aseveró ayer el dramaturgo Álvaro Tato en la Sala Club del Centro Niemeyer de Avilés, escenario del coloquio "Lope Story: actualidad de Fuenteovejuna".

La sesión comenzó con un recuerdo al trágico accidente de autobús registrado en Avilés el pasado día 3 y tuvo como broche la relectura del "Fuenteovejuna, todos a una". "Nuestra 'Fuenteovejuna' quiere rehuir de la turba. Actúan todos a una, pero en nuestra versión nadie del grupo renuncia a su responsabilidad individual. 'Fuenteovejuna, todos a una' habla de esa cohesión social. Nosotros pasamos a 'El culpable soy yo', cada uno es responsable de ese acto de justicia colectiva", aseveró el autor del libreto de la aplaudida ópera, Javier Almuzara. El poeta se autodefinió como "un hombre feliz y agradecido". "No sé cómo lo he hecho. Ya de perdidos al río, reescribí a Lope. El encargo era muy amenazante. Lo he pasado muy mal y he disfrutado mucho", aseveró.

Germán Vega, catedrático de Literatura del Siglo de Oro y director de las Jornadas de Teatro Clásico de Olmedo, aplaudió la adaptación: "No queda otro remedio que rehacer. Lope fue un captador de audiencias como ninguno, hubiera utilizado unos principios parecidos para que lo entendiese el público actual", afirmó.

"¿Un clásico adaptado es un clásico traicionado?", planteó a los contertulios el actor y jefe de estudios de la Escuela Superior de Arte Dramático de Gijón, Ignacio Ortega. La respuesta de la dramaturga y directora Laila Ripoll no deja lugar a la duda: "Un clásico adaptado es querido, amado, abrazado. Es algo que llevan haciendo los ingleses toda la vida y se convierte en un material teatral de primera categoría para contar las cosas que nos preocupan". Porque como subrayó Almuzara, un clásico es "aquel que siendo fatalmente contemporáneo, es felizmente intemporal y tiene algo que decir a la gente de cualquier tiempo". Y en "Fuenteovejuna", a juicio de la dramaturga y actriz Yolanda Pallín, "hay detalles que están de rabiosa actualidad". "Los clásicos siempre tienen escondido mucho que decirnos y la obra de Lope tiene muchas contradicciones internas", afirmó. Entre el público se encontraba Jorge Muñiz, compositor de la ópera. Almuzara no cejó en elogios: "Compuso una música muy compleja que se percibe como algo muy simple y emotivo. Gracias maestro".