El Papa Francisco ha ordenado investigar los archivos de la Santa Sede en relación con el que fuera cardenal y arzobispo emérito de Washington Theodore McCarrick, acusado de abusos sexuales. La decisión llega después de que el exnuncio en Estados Unidos Carlo Maria Viganò pidiera la renuncia del Papa al acusarle en una carta de conocer las denuncias que pesaban sobre el purpurado, de 88 años y al que Francisco ha expulsado del Colegio Cardenalicio. Además, el cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos, calificó ayer las acusaciones de Viganò de "montaje político carente de un real fundamento que pueda incriminar al Papa". Ouellet lamenta "la rebelión abierta y escandalosa" de Viganò, le pide que salga de "la clandestinidad" y se arrepienta.